Israel y Hezbolá han protagonizado este domingo uno de los episodios más intensos de combates desde el eclosión de la extirpación de Lazada tras una serie de “ataques preventivos” del Ejército israelí contra el sur de Líbano que no han podido impedir, poco luego, el tirada de más de 300 cohetes de las milicias chiíes libanesas contra departamento de Israel, ahora mismo bajo un estado de emergencia marcial que se prolongará durante las próximas 48 horas por orden del ministro de Defensa, Yoav Gallant.
El intercambio, que ha dejado al menos un fallecido en Líbano, ha sido prácticamente simultáneo y ha comenzado en torno a las 05.00 de la alboreo (una hora menos en la España peninsular y Balares) cuando más de un centenar de aviones de combate israelíes han atacado varios puntos del sur de Líbano en una operación para destruir centros de tirada de cohetes de Hezbolá que, de acuerdo con el Ejército, iban a ser empleados en un ataque a gran escalera contra el centro y el boreal de Israel.
Hezbolá lanzó su ataque prácticamente al mismo tiempo que comenzaron los bombardeos israelíes con el despegue de, según el peña, al menos de 320 cohetes y aviones no tripulados en una operación que la milicia ha descrito como una “primera período” de represalia en respuesta a la crimen del comandante Fuad Sukr el mes pasado en un ataque tenue atribuido a Israel en la hacienda del país, Beirut.
La ataque, según Hezbolá, ha ido dirigida contra al menos una docena de posiciones y bases militares israelíes repartidas por la frontera boreal de Israel, que ha confirmado en sus radares al menos 210 cohetes y una veintena de aviones no tripulados. Entre sus objetivos principales se encontraba la cojín de Glilot, cerca de Herzliya, donde tienen su cojín varias unidades de inteligencia del Ejército y el cuartel caudillo del Mossad, el servicio de Inteligencia exógeno de Israel, según evaluaciones israelíes.
En el apartado de víctimas y daños materiales, el Profesión de Lozanía libanés ha confirmado hasta ahora al menos un fallecido, identificado como Ayman Kamel Idriss, combatiente del movimiento chií Amal, coligado de Hezbolá, muerto en un instigación contra su transporte en la entrada de Jiam. La estructura ha verificado la identidad del fallecido. Quedan pendientes por confirmar otros dos fallecidos en la población de At Tiri.
Por parte israelí, el portavoz internacional de las Fuerzas de Defensa de Israel, el coronel Nadav Shoshani, ha concreto que el instigación de Hezbolá se ha saldado por el momento con “daños mínimos”.
Estado de emergencia
Ya en pleno intercambio de disparos, el ministro de Defensa de Israel ha concreto el estado de emergencia marcial que concede al Ejército la potestad “dar instrucciones a los ciudadanos de Israel, como prohibir las reuniones y cerrar lugares cuando sea relevante”.
El aeropuerto internacional Ben Gurion, el más importante del país y enclavado a las alloz de Tel Aviv, ha permanecido cerrado durante unas horas en una medida para proteger el espacio tenue franquista.
En pleno “ataque preventivo”, el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, ha mantenido una reunión de emergencia con su cúpula de seguridad donde han trazado las líneas maestras de este estado de Emergencia, acompañado de un serio aviso del mandatario: “Estamos decididos a hacer todo lo posible para proteger nuestro país, devolver a los habitantes del boreal sanos y salvos a sus hogares y a seguir una regla sencilla: a quien nos haga daño, incluso se lo haremos nosotros”.
Líderes de las comunidades del boreal de Israel han vuelto a protestar una vez más por la marginación de la que, denuncian, están siendo objeto por parte del Gobierno israelí. “Israel solo alabarda ataques preventivos cuando ve que van a por Tel Aviv”, ha lamentado el representante de la comunidad de Shlomi, Matan Davidian. “Mientras, nosotros llevamos diez meses evacuados remotamente del hogar, y todavía amenazados por estos ataques”, añade en declaraciones recogidas por el `Times of Israel`.
Por su parte, el primer ministro libanés, Nayib Mikati, ha convocado a las 10.30 horas (hora de Líbano, una menos en España peninsular y Baleares) en su domicilio de Beirut una reunión de necesidad del pleno de su junta “tras los acontecimientos de las últimas horas” en una reunión “abierta a todos los ministros que puedan asistir”.
Hezbolá, poco luego, ha anunciado que su líder y secretario caudillo, Hasán Nasralá, pronunciará un discurso en torno a las 18.00, hora regional, en el que presentará sus conclusiones sobre el ataque a Israel.
En una primera reacción internacional, Estados Unidos ha asegurado que “seguirá apoyando el derecho de Israel a defenderse”, en palabras del portavoz del Consejo de Seguridad Doméstico de Estados Unidos, Sean Savett. Ahora mismo, y “por orden del presidente Joe Biden, altos responsables estadounidenses están en constante comunicación con sus homólogos israelíes” para seguir los acontecimientos mientras Washington mantiene sus esfuerzos para “preservar la estabilidad regional”.
Por su parte, la tarea de paz de la ONU en Líbano, la FINUL, ha denunciado estos “preocupantes acontecimientos” e instado una vez más a Israel y Hezbolá que cesen las hostilidades y se abstengan “de nuevas acciones que provoquen una subida de la violencia”.
“El único camino sostenible para avanzar es retornar a la cesación de las hostilidades, seguida de la aplicación de la resolución 1701 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas”, añade la FINUL, que reitera su compromiso de “abastecer los contactos para instar firmemente a que se reduzca” esta mencionada subida.
Egipto, por su parte, ha vuelto a avisar del enorme peligro que representa la transigencia de este frente en Líbano y fuego al retorno de la estabilidad en un día importante para las negociaciones de paz en Lazada porque El Cairo está acogiendo una reunión con Estados Unidos, Israel y Qatar, y a la que acudirá una delegación de Hamás aunque sin participar en la conversación, para intentar concretar de una vez por todas un parada el fuego en el enclave palestino.