¿Se avecina una nueva crisis del combustible? Varios países de Europa plantean nuevas ayudas a los consumidores



El compañías petroleras francesas Dudan de la eficacia de la nueva propuesta del presidente Emmanuel Macron para vender combustible a precio de costo, ya que consideran que apenas rebajaría el precio final. “Con esta propuesta, los precios bajarían aproximadamente un céntimo por litro”, declaró el lunes a la emisora ​​pública France Info el presidente de la asociación que agrupa a las petroleras francesas (UFIP), Olivier Gantois.

Gantois también afirmó que, aunque algunas refinerías han anunciado algunas medidas para bajar el precio, no se puede esperar “un efecto concertado” por ese lado, ya que el precio del combustible depende esencialmente del precio internacional del petróleo.

Europa contra la crisis del combustible

En PortugalEl Gobierno del socialista António Costa anunció este lunes que aplicará una bonificación fiscal adicional al combustible de dos céntimos por litro de diésel y un céntimo por litro de gasolina ante la inflación.

En ItaliaEl Ejecutivo italiano, encabezado por Giorgia Melonidecidió este martes prorrogar hasta fin de año el medidas de alivio para el pago de facturas de energía y bonos de transporte para familias con bajos ingresos, por valor de 1.300 millones de euros. Como novedad, la ‘tarjeta social’ que financiaba la compra de productos básicos a familias con ingresos inferiores a 15.000 euros también podrá utilizarse para adquirir combustible, ante el rápido aumento que está experimentando el precio de la gasolina en Italia, donde ya supera los 2 euros por litro en algunas ciudades.

Por su parte, el Gobierno italiano mantiene las ayudas para reducir el factura de luz y gasañadiendo una “contribución extraordinaria a los gastos de calefacción de los meses de octubre y noviembre”, según un comunicado posterior al Consejo de Ministros.

En FranciaMacron ha optado por dos medidas: que las distribuidoras vendan combustible a precio de coste y, por otra, dar unas ayudas muy medida a los ciudadanos con rentas más bajas que necesitan un coche para ir a trabajar, y que serían 100 euros anuales. vehículo.

El Gobierno francés tuvo que cambiar sus planes iniciales después de que los distribuidores se negaran a vender con pérdidas, ya que aunque las gasolineras de los grandes hipermercados se lo podían permitir, no ocurre lo mismo con las estaciones de servicio independientes. Unas medidas que están motivadas, entre otras cosas, por la recorte en la producción de Rusia y de arabia y eso está afectando al mercado internacional.

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