Un restaurante de Santa Pola se enfrenta a una multa de hasta 60.000 euros por servir langostas y pulpos ilegales


El Servicio de Protección de la Naturaleza (SEPRONA) de la Destacamento Civil de Alicante ha iniciado un expediente contra la responsable de un restaurante de Santa Pola que almacenaba 35 kilos de langosta y pulpo de roca presuntamente capturados de forma ilegal.

Al parecer, la mercancía estaba siendo comercializada sin poder acreditar la trazabilidad de los productos ni las garantías sanitarias para su consumo. La investigación sigue abierta para colocar el pesquero y examinar si las langostas procedían de la cercana Isla de Tabarca, pues su pesca está prohibida en esa reserva óleo.

La inspección en el establecimiento tuvo extensión el 21 de agosto. Los agentes comprobaron que en los arcones de congelados tenían almacenados diferentes productos sin el etiquetado y la documentación necesaria para acreditar la clase de producto, su origen, la momento de caducidad o que hayan pasado los controles sanitarios que los convierten en alimentos aptos para el consumo.

La responsable del establecimiento no pudo acreditar por ningún medio la procedencia reglamentario de los productos -35 ejemplares de langosta y siete de pulpo de roca inmaduros- que, por otra parte, no son seguros para el consumo, al no poder comprobarse su estado de conservación.

El producto intervenido ha quedado a disposición de la Dirección Territorial de Agricultura, Agua, Manada y Pesca de la Generalitat Valenciana. Los hechos se han puesto en conocimiento del Centro de Vigor Pública de Elche, dependiente de la Conselleria de Sanidad, como organismo competente para la protección de la vitalidad frente a los riesgos asociados al consumo de alimentos.

La persona denunciada se enfrenta a diversas sanciones por infracciones a la Ley 5/2017 de pesca marítima y acuicultura, con multa de hasta 60.000 euros, y a la Ley 14/1986 Común de Sanidad, con multa de hasta 4.000 euros.

El Seprona de Alicante continúa investigando este asunto, con la finalidad de colocar al pesquero responsable de la captura ilegal del producto hallado en el restaurante, así como del ámbito en el que se está realizando esta captura ilegal. La pesca ilegal elude la afirmación fiscal, suponiendo un fraude para la hacienda pública. Por otro banda, el comercio clandestino de estos productos expone a los consumidores a un aventura, al no poseer pasado los pertinentes controles sanitarios.

Por otra parte, indica la Destacamento Civil en un comunicado, la captura ilegal de ejemplares pone en pesado aventura al medio concurrencia, ya que suele realizarse sin respetar la época de veto, el conclusión establecido de captura de ejemplares, y otros aspectos a tener en cuenta para no dañar a las especies.

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