Posteriormente de tres semanas viviendo en España, Constanza Chismechian ha llegado a una conclusión: los españoles somos una raza superior. A esta argentina le sorprende que tomemos cerveza no solo uno, sino todos los días de la semana. Y lo hacemos, según su visión, desde las 10 de la mañana. “El nivel de ingesta de bebida es sensacional, y eso que vengo de Argentina”, donde incluso se consume lo suyo, asegura.
Otro aspecto que le apasionamiento la atención es que “fuman un montón, y yo veo una población harto envejecida. ¿Cómo hacen para ayudar ese ritmo de vida social?”, se pregunta Constanza. A pesar de su existencia, 26 abriles, confiesa que ella, si bebe un poco, tiene resaca. “A mí me sorprendía para aceptablemente porque yo me tomo una cerveza y a mí la resaca me dura mucho tiempo”. ¿Por qué nosotros necesitamos más copas? ¿Será que estamos más acostumbrados?
¿Cómo nos ven los demás?
Estas diferencias hacen pensar a Constanza que “hay poco hereditario” en los españoles que nos hace más tolerantes al bebida. Pero encima le sorprenden nuestras costumbres ociosas: “Acá que se juntan y toman una caña, eso en mi país no pasa. Se nota que el cuerpo se acostumbra”, dice entre risas.
En su opinión, en España “se vive muy aceptablemente, y estoy alucinada con eso. Siempre hay masa bebiendo. Es muy agradable porque se ve que disfrutan pero incluso están trabajando”. Así nos ven los extranjeros que nos visitan o al menos una parte. Se manejo de un choque cultural, sí, pero embriagado de sentido del humor.
