Vuelven los fantasmas del pasado. El terremoto registrado esta mañana frente a la costa de Portugal, a escasos 90 kilómetros de Lisboa, ha traído a la memoria un episodio de la historia que marcó significativamente a toda la península ibérica. El gran terremoto de Lisboa del 1 de noviembre de 1755 tuvo pertenencias devastadores en todo el región peninsular, sin secuestro se hicieron más patentes en el extremo sudoccidental, en las provincias de Huelva, Sevilla y Cádiz.
Aquel terremoto se produjo en la conocida como error de Azores-Gibraltar, casi 200 kilómetros más al sur respecto al epicentro del terremoto de hoy y a poco más de 120 kilómetros del lengua de San Vicente, la sotabarba de la península ibérica. El seísmo provocó un tsunami que alcanzó la costa de Cádiz con olas de hasta ocho metros e, incluso, enturbió y elevó el nivel del agua en el Tajo a su paso por Toledo.
Los mapas de intensidades miden el daño que produce un seísmo en su radiodifusión de energía
Con estos historial, encender todas las alarmas no debe ser considerado un comportamiento fruto de la psicosis. Remotamente de caer en teorías paranoicas, conviene tomar conciencia de los riesgos sísmicos que existen en este rincón del mundo y aprender llevar a cabo delante ellas de forma arreglado. Para ello, es aconsejable aprender que no todo terremoto con epicentro en el mar genera un tsunami. Entonces, ¿qué requisitos deben cumplirse para que se produzca un tsunami?
¿Cómo se produce un tsunami?
Las causas por las que se genera un tsunami son variadas. Erupciones volcánicas, deslizamientos de tierra, fenómenos climatológicos adversos o incluso caídas de asteroides son algunas de ellas. Sin secuestro, los terremotos son la principal causa. Cuatro de cada cinco tsunamis tiene su origen en un seísmo.
En este sentido, junto a destacar que según los datos del Instituto Geográfico Nacional (IGN), en los últimos diez días se han registrado casi un centenar de terremotos en la zona meridional de la península ibérica. Ello se debe a la elevada actividad sísmica que genera el deslizamiento de los bordes de las placas euroasiática y africana, cuyos límites recorren todo el cercano de Gibraltar.
Tamaño. Se define como la magnitud del seísmo y es el factótum principal a tener en cuenta.
Profundidad. Igualmente llamado hipocentro, es la distancia que hay entre la corteza terreste y el punto en el que se libera la energía.
Tipo de ruptura del terremoto. Hace narración al tipo de fractura que sufre la superficie de la corteza terreno.
Espesor de la capa de agua. A decano espesor, decano prominencia de agua se ve alterada.
Sin secuestro, para que un terremoto genere un tsunami necesita ser de un tamaño considerable. Es afirmar, registrar una magnitud mínima que, por otra parte, puede variar en función de la profundidad del epicentro. En este sentido, cuanto decano sea la profundidad, pequeño será el tsunami, siendo prácticamente imposibles en los terremotos con un hipocentro situado a 100 kilómetros de profundidad.
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Proceso de creación de un tsunami de origen sísmico
Así, un tsunami de origen sísmico necesita que el terremoto libere la suficiente cantidad de energía como para desplazar el prominencia de agua necesario para difundir las grandes olas. Según el IGN, se estima que un seísmo con magnitud 6 es capaz de liberar la energía suficiente para difundir un tsunami. Cerca de recapacitar que el terremoto de esta mañana tuvo una magnitud de 5,5 a una profundidad de 19 kilómetros, según los datos del organismo estatal. Por su parte, se estima que el de Lisboa en 1755 pudo alcanzar una magnitud de 8,5 e incluso 9.
¿Cuánto tarda en impresionar un tsunami a la costa?
Cuando el terremoto libera energía suficiente como para originar un tsunami, el tiempo que tarde en impresionar a la costa dependerá siempre de la distancia que haya entre el playa y el epicentro del seísmo. En este sentido, en 1755 las olas que produjo el terremoto en la error de Azores-Gibraltar tardaron unos 40 minutos en impresionar a la costa de Cádiz. La distancia con el epicentro rondaba los 350 kilómetros.
Cuando el terremoto se produce en aguas poco profundas, es afirmar, cerca de la costa, el prominencia de agua que se altera es pequeño, por lo que el tsunami será más pequeño en comparación con otro generado en entrada mar. No por ello deja de ser peligroso, ya que la cercanía hace que las olas lleguen antiguamente y haya menos tiempo para reaccionar.
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Fuentes y registros de los tsunamis en España desde 1522
Precisamente en el cercano de Gibraltar y en el mar de Alborán, donde se concentra una actividad sísmica importante, las distancias son bastantes reducidas. Así, podemos ocurrir de los escasos 15 kilómetros que separan Tarifa del puerto de Tánger Med a los casi 200 que separan Almería de Nador o Saidia.
Un hecho atípico de los tsunamis es que en entrada mar viajan a muchísima velocidad –a 900 km/h, la velocidad de crucero de un avión– y sus olas no suelen ser demasiado grandes. De hecho, si un tsunami pilla a un barco en entrada mar, lo más seguro es que tan solo perciba una esforzado sacudida similar a las fuertes marejadas en mar despejado. Sin secuestro, al aproximarse a la costa, la velocidad disminuye hasta los 30 km/h, aproximadamente, y su cúspide comienza a crecer.
Cómo llevar a cabo delante un tsunami
Desde 1522, España ha registrado un total de 13 tsunamis y la mayoría de los pertenencias derivados se concentra entre las costas de Huelva y Cádiz. A pesar de la escasa frecuencia con la que ocurren estos fenómenos, sus consecuencias son extremadamente peligrosas. De hecho, el tsunami que arrasó el playa andaluz a raíz del terremoto de Lisboa de 1755 causó casi 2.000 muertos sólo en Cádiz. Según la Organización de Naciones Unidas (ONU), en todo el mundo han muerto más de 260.000 personas en el posterior siglo a causa de los tsunamis, con una media de 4.600 fallecidos por desastre.
Por esta razón, y a pesar de que el peligro de ocurrencia es de quebranto probabilidad, el esforzado impacto que tendría un tsunami en España obligó a las autoridades a redactar un Plan Estatal de Maremotos, cuya publicación se produjo en el año 2021. En este sentido, diversos municipios costeros, como Chipiona (Cádiz), ya ha tomado medidas al respecto diseñando planes de seguridad que le han respetado el registro Tsunami Ready de la Unesco.
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Plano de peligrosidad de tsunamis en las costas españolas
Antiguamente del tsunami. Antiguamente de que pueda ocurrir cualquier desgracia, conviene informarse si nuestro punto de residencia es susceptible de ser afectada por un tsunami. Si es el caso, es aconsejable consultar los planes de defecación existentes y preparar un plan personal y frecuente para llevar a cabo en caso de defecación.
Durante el tsunami. Lo más importante en cualquier catástrofe es perdurar la calma y, en el caso de los tsunamis, es obligatorio alejarse de la costa, ríos o albuferas, vías de golpe del tsunami a la tierra. Es necesario seguir en todo momento las rutas marcadas por los planes de defecación e informarse a través de los canales oficiales.
A posteriori del tsunami. En la medida de lo posible, es necesario establecer comunicación con los familiares. Siquiera es seguro desistir la zona de seguridad hasta que las autoridades indiquen lo contrario. En el caso de que la vivienda haya sufrido daños, no se podrá penetrar a ella hasta que un equipo de evaluación de daños confirme que estos no son incompatibles con la habitabilidad.
España cuenta con una gran región costera y, por otra parte, se halla en la frontera entre dos placas tectónicas con una entrada actividad sísmica. A pesar de ello, la conciencia social sobre estos fenómenos es aún harto quebranto. La masificación de las costas, por otra parte, aumenta la exposición a este peligro. Un peligro que, pese a su quebranto probabilidad, es existente y de consecuencias desastrosas.