Con el parque de niño del Dinosaurio del Manzanares enfrente, un huerto urbano a al punto que 150 metros y bloques de viviendas a similar distancia cruzando la M-40, el nuevo crematorio proyectado por Parcesa Parques de la Paz nace no exento de polémica. De hecho, los vecinos han protestado por la inicitiva, y la examen se ha opuesto frontalmente a ella. El Comunidad de Madrid incluso; por eso rechazó darle la deshonestidad en 2002, 2015 y 2021. Pero finalmente se la ha concedido, este mes de agosto, y según asegura el segundo teniente de corregidor y concejal delegado de Urbanística, Medio Círculo y Movilidad, Borja Carabante, lo hacen obligados por una sentencia jurídico que hay que cumplir.
La deshonestidad la pidió Parcesa para construir un horno crematorio en sus instalaciones de tanatorio de la M-40, en el número 36 de la avenida de Rosales. Hasta esta plazo, la petición había sido rechazada, incluso bajo el mandato del corregidor José Luis Martínez-Almeida, alegando que el tesina chocaba con las ordenanzas municipales. Concretamente, con el artículo 52.3 de la estatuto de Protección del Medio Círculo, que señala que este tipo de instalaciones no pueden estar a menos de una distancia de 250 metros de viviendas.
Carabante explicaba ayer que el comunidad no ha tenido más remedio que cumplir con la ley y con la sentencia del Tribunal Supremo, dictada el 12 de julio de 2021 por la sección V de la sala de lo contencioso-administrativo del Tribunal Supremo, en este sentido. «La deshonestidad es un acto conveniente y un procedimiento reglado», señaló, para explicar que no se puede desmentir sin razones objetivas.
Según añadió, «llevamos tres primaveras para dar la deshonestidad, estudiando no otorgarla, pero la ley no lo permite, la sentencia obliga». Adicionalmente, ahora cuentan incluso, desde hace unos meses, con una autorización ambiental de la Comunidad de Madrid permitiendo esta instalación.
En su momento, el promotor de la iniciativa acudió a los tribunales para defender su postura, y adujo a su valenza que, aunque efectivamente la estatuto fijaba unas distancias mínimas entre los crematorios y las viviendas, «existían tecnologías que permitían jalonar las emisiones producidas cuando la instalación estuviera a una distancia beocio de las casas», dijo el concejal.
Desde los grupos de examen, PSOE y Más Madrid se han opuesto con firmeza a este tesina, y han criticado la intrepidez municipal de otorgar finalmente la deshonestidad para la construcción del crematorio porque creen que con ello el Consistorio «se salta la norma» medioambiental.
En la autorización otorgada por el Gobierno regional, añadía, se fijan unas condiciones en las que debe funcionar el crematorio, y un nivel mayor de emisiones. Las autoridades municipales aseguran que estarán atentos al cumplimiento de esas exigencias en lo referente a emisiones: «El Comunidad estará vigilante», aseguró.
La sentencia, tras tres primaveras a la calma de su aplicación, será finalmente cumplida por las autoridades municipales, que han otorgado la deshonestidad para el nuevo crematorio de Usera «por acatamiento y cumplimiento firme» de la intrepidez de la sala del Supremo.
Desde el Gobierno regional, el maestro de Vivienda, Transportes e Infraestructura, Jorge Rodrigo, insistió en la misma cadeneta: «Hay una sentencia que el comunidad tiene que cumplir». Pero el argumento no convence a la examen política: desde el PSOE, el concejal Ignacio Benito reclama explicaciones al corregidor por «su radical cambio de postura» en el tema. Y Félix López-Rey, concejal de Más Madrid, denunció que los vecinos esperan «que les hagan un instituto, ratificado hace primaveras, o una escuela de niño que se iba a hacer este año», lo que autorizan ya es el crematorio.