Los cielos despejados volverán a ser una constante esta semana, marcada por fuertes oscilaciones térmicas. Las previsiones de los servicios meteorológicos dibujan un panorama de cielos despejados durante la recta final de agosto, con mínimas de en torno a 16-17 grados, y una máxima siempre por encima de los 30, lo que producirá una oscilación térmica superior a los 15 grados.
Ese panorama irá evolucionando con destino a un fin de semana de cielos grises y unas posibilidades de borrasca que irán en mejora conforme se acerque el primer día de septiembre. Si hasta el miércoles 28 la posibilidad de chubascos está por debajo del 10%, a partir de esa término asciende hasta el 25%, y en días sucesivos escalará hasta el 75% previsto para el viernes, día 30, bajando al 55% durante las jornadas del sábado y domingo. Ese panorama de lluvias vendrá acompañado de un incremento de temperaturas mínimas, que se prevén en 18 grados para el final de semana, con máximas de nuevo por encima de los 30, lo que anticipa un panorama de posibles bochornos durante el viernes.
Durante las jornadas de hoy y mañana todavía existe la posibilidad de que se vean nubes altas en las primeras horas del día, abriéndose paulatinamente los cielos hasta subsistir limpios en torno a la media mañana.
A nivel autonómico, los servicios meteorológicos hablan de la recuperación de la influencia anticiclónica, con posible entrada de flato frío en mérito, lo que aumentará las posibilidades de chubascos tormentosos durante la tarde, sobre todo en la zona de interior, es proponer, la provincia de Ourense; pero no se confirma aún la presencia de mecanismo eléctrico en dichas tormentas.
En lo referido a la calidad del flato, desde las oficinas de previsión advierten que evolucionará a peor, pasando a lo holgado de la semana de una calidad propicio a un naturaleza malo.