Sanidad del Gobierno canario ha confirmado tres nuevos casos importados de virus Oropuche en Canarias, en un hombres de 36 primaveras y una mujer de 32 residentes en Tenerife y un hombre 52 primaveras residente en Gran Canaria, que comenzaron a presentar síntomas compatibles con la infección tras regresar de viajes a Cuba.
Los síntomas son fiebre, diarreas y dolor articular, y ya que las pruebas realizadas en Canarias para la detección de dengue, zika y chikungunya habían donado placa, las dos muestras a los pacientes de Tenerife tomadas en el Hospital Universitario Nuestra Señora de Candelaria y la del paciente de Gran Canaria tomada en el Hospital Universitario de Gran Canaria Doctor Negrín fueron enviadas el Centro Doméstico de Microbiología, organismo que acaba de confirmar los tres positivos.
Las tres personas han evolucionado favorablemente tras la sucursal de la tratamiento indicada y no han requerido nadie de ellos ingreso hospitalario. Encima, actualmente hay otros tres casos en estudio, uno de los cuales es el que permanece en estudio desde hace unas semanas.
Estos tres casos confirmados se suman al caso ya notificado a principios de este mes, en un hombre de 49 primaveras residente en Gran Canaria que comenzó a presentar síntomas tras regresar de un delirio a Cuba. En este caso asimismo tuvo una crecimiento oportuno sin ingreso hospitalario y cuyo episodio epidemiológico ya se da por cerrado.
El Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES) ha notificado en las semanas previas varios casos en otras comunidades autónomas como Galicia, Andalucía, País Vasco y Madrid.
Por el momento se han patente brotes en humanos del virus Oropouche en Brasil, Perú, Argentina, Bolivia, Cuba, Panamá o Trinidad y Tobago y a los viajeros se les recomienda predisponer la picadura de los mosquitos, especialmente en el caso de mujeres embarazadas o que planean concebir y viajeros con enfermedades del sistema inmune o crónicas, ya que constituyen grupos de población de decano aventura.
El virus Oropouche, identificado por primera vez en 1955 en Vega de Oropouche (Trinidad), es una enfermedad transmitida a través de la picadura de los mosquitos jején (Culicoides paraensis y Culex quinquefasciatus), que no tienen actualmente presencia en distrito europeo, ya que su hábitat habitual es Latinoamérica.
La principal sintomatología de esta infección se presenta con vómitos, aborrecimiento, fiebre, dolor de inicio y diarrea, entre otros, y su duración suele ser entre cinco – siete días. En ocasiones muy raras la enfermedad presenta cuadros graves con meningitis aséptica.
Hasta el 30 de julio de 2024 se han notificado 8.078 casos en países como Brasil, Bolivia, Perú, Cuba y Colombia, por lo que la Estructura Panamericana de la Salubridad (OPS) y la Estructura Mundial de la Salubridad (OMS) emitieron una alerta epidemiológica el pasado 1 de agosto, instando a los países a engrosar la vigilancia y mejorar el diagnosis de laboratorio para identificar y controlar el virus.