Allí de la Torre Eiffel y los Campos Elíseos, atmósfera de los Juegos Olímpicos celebrados este verano en París, la bandera española subió de nuevo al podio este mes de agosto en Letonia, donde los militares españoles coparon los primeros puestos de la dura competición ‘Baltic Warrior’ que enfrenta a miembros de las Fuerzas Armadas de varios países de la OTAN.
La tradicional ‘Baltic Warrior’ se celebra en la cojín de Adazi, donde la Alianza Atlántica tiene desplegada una cometido de disuasión a la amenaza rusa. España participa en este batallón multinacional con más de 600 efectivos y un amplio despliegue de medios materiales, como los carros de combate Leopard o un sistemad e defensa aérea.
La competición marcial ha enfrentado a doscientos setenta equipos formados por parejas, entre los que los españoles han destacado subiendo al podio en todas las categorías.
La prueba lleva al linde la resistor de los militares con una dura secuencia deportiva: una marcha a pie de poco más de dieciséis kilómetros con una pesada mochila, coger una canoa, llevarla hasta el río y remar durante otros merienda kilómetros, salir del río y continuar un par de kilómetros más portando la canoa y corriendo hasta alcanzar la meta en la playa.
En la categoría masculina, binomios de militares españoles ocuparon el primer, segundo y tercer puesto del podio. En la categoría femenina las españolas lograron el segundo puesto; mientras que en equipos mixtos, segundos y terceros por detrás de un equipo letón. En la categoría master (entre entreambos sumar más de cuarenta primaveras) primer y segundo puesto; y en la categoría de equipos, primer y tercer puesto.
Militares españoles en el podio de la ‘Baltic Warrior’
Por otra parte del componente competitivo, la carrera tiene una perspectiva solidaria, ya que los participantes llevaron en sus mochilas comida no perecedera que después la estructura donará a un orfanato de Letonia.