Valencia da luz verde a su topónimo bilingüe a la espera del aval al acento cerrado en valenciano


El Pleno del Ayuntamiento ha aprobado este martes, con mayoría de votos de PP y Vox, iniciar el trámite para cambiar el nombre oficial de la ciudad -València- a Versión bilingüe Valencia-Valéncia.

Se da luz verde a un proceso en el que el consistorio deberá recoger la documentación acreditativa que acredite esta modificación para remitir el expediente a la Generalitat. Entre otros, es necesario un estudio técnico firmado por un experto, en el que se expliquen los fundamentos históricos y lingüísticos de la medida.

El Consell de Carlos Mazón tiene la última palabra, previa consulta preceptiva y vinculante a la Academia Valenciana de la Lengua. En ese sentido, el baile de acento -de abierto a cerrado- en el topónimo valenciano es uno de los aspectos clave.

Fue precisamente este organismo estatutario el que en 2016 emitió un informe favorable a la medida entonces impulsada por el gobierno local de Joan Ribó para que València fuera el único nombre oficial de la capital del Turia, al considerar que aunque la pronunciación recomendada era con la e cerrada , la grafía adecuada desde el punto de vista histórico y lingüístico del topónimo era la abierta.

Fuentes municipales confían en que el falta de unanimidad entre los académicos en ese momento, con algunas voces a favor del acento cerrado, se mantiene en esta ocasión y no detiene el proceso. Como precedente toman el ejemplo de la localidad alicantina de Dénia, cuyo topónimo oficial se escribe exactamente como se pronuncia.

En cualquier caso, el inicio de este proceso no ha estado libre de polémicas, más allá del intercambio de declaraciones entre los bloques de derecha e izquierda. La propuesta inicial del Gobierno minoritario del PP, encabezado por la alcaldesa María José Catalá, era mantener la nomenclatura con acento abierto en valenciano y añadir únicamente el nombre en castellano. Los socialistas, de hecho, han intentado recuperarlo sin éxito.

Sin embargo, los concejales de Vox -cuyos votos fueron decisivos para que la propuesta saliera adelante- impusieron su criterio, basándose en una regulación alternativa que entra en conflicto con lo estipulado en el Estatuto de Autonomía. La moción vinculaba el cambio de nombre con las reglas de puig“Avalado por la Real Academia de Cultura Valenciana, Lo Rat Penat y otras instituciones no oficiales representativas de la auténtica cultura valenciana.”

Un informe de los servicios jurídicos del consistorio, solicitado por Compromís y el PSPV, les ha obligado a modificar y corregir el primer texto presentado en comisión y enviado a debate en el hemiciclo. La moción finalmente aprobada este lunes no contenía ninguna referencia a normas ni entidades.

Los responsables del Ayuntamiento no se opusieron a que este procedimiento se iniciara siguiendo las pautas legales, pero sí a que se hiciera “de acuerdo” con las Reglas Puig, ya que el acuerdo vulneraría el ordenamiento jurídico: el consistorio no tiene competencias en materia lingüística. materias, que en la Comunidad Valenciana es fijada por la Academia Valenciana de la Lengua, según lo dispuesto en el artículo 41 del Estatuto de Autonomía.

Por lo tanto, señalaron en ese documento, instituciones como la RACV sólo tendrían un lugar en el proceso con sus Aportaciones durante el periodo de información pública. o con la inclusión de informes como voces expertas en el tema.

Leave a Comment

Your email address will not be published. Required fields are marked *