La primera teniente de alcaldesa de Cangas de Morrazo (Pontevedra), Iria Malvido, dimitirá finalmente este jueves como concejala del Comunidad posteriormente de que el pasado martes de alba diese positivo al volante, superando el acceso del ilícito penal, en un control de alcoholemia durante las Fiestas del Cristo.
Así lo confirma el PSdeG-PSOE de Pontevedra a través de un comunicado a última hora de este miércoles, en el que asegura que Malvido ya comunicó su audacia a lo dilatado de la tarde al secretario provincial, David Regades.
De acuerdo con este comunicado, la socialista pide disculpas a la ciudadanía, asume su responsabiliad «sin excusas de ningún tipo» y comunica que renunciará a primera hora de la mañana sin esperar a la audacia de la Comisión de Ética y Garantías Federal del partido.
Este miércoles, ya había pedido disculpas públicas y se había legado de quebranto del PSdeG-PSOE a la aplazamiento de lo que determinase la Comisión de Ética de Ferraz, entraña competente al tratarse de un ilícito penal. Con todo, en un principio iba a continuar en el Comunidad. Luego, por la tarde, el BNG de Cangas de Morrazo ya había despierto que expulsaría a Malvido del gobierno -dirigido por la nacionalista Araceli Gestido, aunque incluso está en él Esquerda Unida- si no era el PSOE el que, por iniciativa propia, sustituía a Malvido como primera teniente de alcaldesa una vez había descuidado las filas socialistas.
Sin requisa, a última hora de este miércoles, la propia edila anunciaba en un comunicado que abandona la Corporación tras un «reservado error en su vida privada», por el «profundo afecto que tengo por Cangas y por mi partido».
Asimismo, Malvido muestra su agradecimiento a los vecinos que la apoyaron y «especialmente» al PSdeG-PSOE (de hecho, recibió el apoyo mayoritario de la ejecutiva tópico). «Es y será siempre mi partido y al que le debo el honor de tener sido concejala para trabajar por mi pueblo», añade.
Examen de Regades
El secretario provincial, David Regades, ha agradecido a la teniente de alcaldesa su aspaviento y su «reflexión política y personal tras una equivocación», al tiempo que ha valorado la «dedicación y el gran trabajo desempeñado durante este casi año y medio» como ‘número dos’ del gobierno cangués. El líder de los socialistas pontevedreses recalca que el partido no solo exige ejemplaridad a los cargos públicos, «sino que la practica en primera persona por doloroso que sea».
Malvido aplazamiento que su dimisión «sea un bulto de arena para defender esa política con mayúsculas» que dice «siempre» reivindicó: «Cometí un error reservado y asumo las consecuencias personales y incluso las políticas».