No están prohibidos, pero son ruidosos y tienen muchos detractores. Aunque no puedan expresarlo con palabras, los perros los odian, se asustan mucho en cuanto los oyen. Los niños pequeños -por no cuchichear de los bebés- lloran sistemáticamente nadie más escucharlos. Y muchas personas con transtorno del espectro autista lo pasan verdaderamente mal.
Son los petardos en caudillo y, en este caso en particular, los que acompañan a los fuegos artificiales para que no sólo sean un espectáculo de luz y color, sino asimismo de sonido. En Cijuela, una población del Radio Metropolitana de Obús con unos 3.200 habitantes censados, están próximos a celebrar sus fiestas patronales -seran entre el 12 y el 15 de septiembre- y habrá fuegos y ruido porque ya es tarde para reorganizarlo todo. Pero para el año que viene se han planteado el dilema: ¿fuegos con sonido o sin él?
Para salir de dudas, la alcaldesa, Gusto Gámez, ha convocado una consulta popular. Se decidirá el asunto en una suerte de referéndum tendrá zona este domingo 1 de septiembre. Los vecinos interesados en pronunciarse sobre esta cuestión podrán sufragar en el edificio sociocultural del peublo entre las diez de la mañana y la una de la tarde, y entre las cinco y las ocho de la tarde.
La regidora ha hecho oficial la convocatoria a través de un mandato. Adicionalmente, mediante sus redes sociales, ha justificado la convocatoria de la consulta en la «penuria de retener» si los cijueleños, por lo pronto, están a merced o en contra de los fuegos artificiales. Que, aunque mucha parentela lo desconoce,liberan metales tóxicos en el donaire.
Esa es la primera de las tres preguntas a las que habrán de dar respuesta. La segunda pretende conocer si, en caso de haberlos, los prefieren sólo con luz y color o asimismo con estruendo. Y la tercera es toda una invitación a la décimo democrática y permitirá retener cuántos vecinos están interesados en presentarse al recuento de los votos, que se hará preciso posteriormente de cerrarse las urnas.