Se ha tenido que llamar a la policía porque se pelean entre ellos


El calvario que viven unos vecinos de Málaga ha terminado por faltar de la presencia de la policía y los bomberos. Esta aurora han tenido que intervenir por la activación de un extintor, lo que ha provocado el desalojo del edificio impasible.

Este incidente no ha sido un suceso puntual, sino que ha sido fruto de una convivencia insufrible provocada por las personas que se alojan en los pisos turísticos del rascacielos. Concretamente, el edificio dispone de 252 viviendas, de las cuáles 110 son turísticas, es proponer, casi la parte. La concentración de esos pisos turísticos está sembrando el caos entre los vecinos.

Ayer incluso de entrar en el rascacielos se puede divisar en un cárcel de un parque cercano, en plena calle, el candado de una de las viviendas turísticas. Los vecinos consideran que degrada la imagen de la ciudad. Pero esto es sólo el principio.

¿Qué están viviendo los vecinos?

Sin mostrar su rostro, los vecinos cuentan que les entregaron las viviendas a principios de año con mucha ilusión. Desde entonces la situación comenzó a desmadrarse y el verano ha sido todavía peor.

Son vecinos de un edificio residencial, por lo tanto, “no tiene la infraestructura para ser un hotel” comenta una vecina. Sobre todo se refiere a cuestiones de seguridad. “Muchos pisos son turísticos con revelación responsable y no tienen la osadía definitiva” continúa. Adicionalmente, cuenta que está generando problemas de convivencia.

Los turistas llegan a la zona a divertirse. Esto ha chocado directamente con la rutina de sus vecinos: “aguantamos sus fiestas, sus ruidos, el mal uso de zonas comunes…”. Explica que incluso utilizan la piscina para entrar al hotel, se bañan y se arreglan en los baños.

La vecina recuerda que “hemos tenido conflictos en los que se ha tenido que acentuar a la policía porque se pelean entre ellos. Eso lo he vivido yo”. Incluso los turistas llegan a veces a enfrentarse a la policía. El consumo de drogas asimismo ha supuesto un problema de convivencia con el resto de residentes del edificio.

Esta vecina, que declara anónimamente, cuenta su traducción, sin secuestro, lo hace representando al resto de los residentes. Concretamente, insistimos, 142 viviendas que difícilmente soportan compartir su hogar con los turistas.

Cerca de memorar que situaciones com ñesta, son las que han provocado un aumento en distintos movimientos sociales contrarios al turismo descontrolado y mayúsculo que, según ellos, sufren algunas zonas de nuestro país.

Beatriz de Vicente, Daniel Sancho

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