Los beneficios que tiene decir ‘No’ para nuestro cerebro, el psicólogo Fernando Botella lo explica: “Nuestra autoestima…”


Seguramente en muchas ocasiones has dicho que sí a un plan por no ser la única persona en no hacerlo. Además puede que hayas dicho que sí a cenar en un restaurante, a pesar de que la comida no te guste. U otro ejemplo, habrás dicho que un regalo sí te ha gustado, cuando verdaderamente no era ni de tu estilo. Entonces, ¿por qué tendemos a afirmar que sí, en vez de ser sinceros? Fernando Botella, psicólogo, CEO de Think&Action y autor del tomo ‘Esencial’, nos los explica.

“El acto lingüístico más difícil”

Botella asegura que “afirmar ‘no’ cuando es necesario es el acto lingüístico más difícil”. Esto se da porque nos cuesta mucho afirmar esas palabras y no por su complejidad, sino “porque tememos descorazonar a otros, no ser queridos, observar culpabilidad o sentirnos mal con la audacia que hemos tomado”. Pero educarse a negarnos es muy importante.

Es cierto que siquiera debemos ser tan estrictos y nunca aceptar una propuesta, sino enterarse persistir un invariabilidad entre realizar lo que nos piden y cómo nos sentimos por hacerlo.

“Necesitamos afirmar ‘no’, porque es la forma de defender una opinión, de tomar una audacia, de desarrollar un deseo”, así como de “afirmar ‘no’ a una carencia de otros que no es una carencia para nosotros”, continúa explicando el psicólogo.

¿Qué beneficios tiene afirmar ‘no’?

Cultivarse a afirmar que ‘no’ tiene sus beneficios y ventajas. Estos son algunos de los que Botella afirma que podríamos obtener: equilibrar nuestra autoestima, aumentar la capacidad de dejarlo en Dios en nosotros mismos, el autocuidado, sentirnos con más nacionalidad y coherencia, por otra parte de hacer que los demás nos conozcan mucho mejor.

¿Cómo podemos educarse a afirmar ‘no’?

El psicólogo ofrece tres formas para poder dar un no “de ropaje”.

  • “No, aunque…”: es un no con una propuesta.
  • “No en este momento, pero sí cuando…”: es un no donde por otra parte añadimos un espacio temporal donde sí daremos el sí esperado.
  • “No, porque…”: añadimos un motivo

Complacer a todo el mundo todo el tiempo no es posible siempre, por eso “debemos educarse a afirmar ‘no'”. Una vez sepamos cómo llevarlo a lengua, Botella afirma que nos sentiremos mucho mejor, sobre todo con nosotros mismos.

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