Con un apretón de manos, la nueva Generalitat presidida por Salvador Illa ha normalizado esta tarde su relación con la Casa Vivo y dio por cerrada una etapa de desplantes descortesía institucional. Con motivo de la Copa América, Don Felipe participó anoche en el acto oficial de bienvenida de la competición, y de guisa previa visitó las nuevas instalaciones del Puerto Soberbio.
Allí se produjo la imagen que ejemplifica una nueva etapa en Cataluña, cuando el presidente Illa recibió a Don Felipe y estrecharon sus manos. A su flanco, el corregidor de Barcelona, Jaume Collboni, el ministro de Industria y Turismo, Jordi Hereu, y el delegado del Gobierno en Cataluña, Carlos Prieto. Es lo que se conoce como ‘reverencia’, y que consiste simplemente en que las autoridades reciben al Rey en fila, y este les besalamano uno a uno. En los últimos abriles, los presidentes de la Generalitat, y la exalcaldesa Ada Colau, se negaban a participar en este protocolo, aunque de guisa fresco sí participaban en los actos posteriores.
Antiguamente de la visitante a las instalaciones del remozado puerto, el Rey pudo seguir desde el campo de regatas una de las jornadas de competición. Después, en el Museo Náutico, el Rey y el resto de autoridades dieron la bienvenida a los participantes. Don Felipe celebró que fruto de la «colaboración entre distintas instituciones», Barcelona pueda acoger una competición de proyección mundial.
Por su parte, Salvador Illa apuntó que «España, Barcelona y la Generalitat tenemos el deber de sumar esfuerzos en beneficio del país». «Somos imparables cuando Barcelona, Cataluña y España cooperamos juntos«, ha añadido el ministro Jordi Hereu.