Coordina Meteogalicia, el servicio meteorológico gallego, al que se incorporó desde su fundación. Juan Taboada (Vigo, 1970) estudió Física en la Universidad de Santiago y siempre se sintió atraído por la ciencia. La física teórica y la astrofísica eran dos materias por las que se sentía muy atraído cuando comenzó la carrera. De ahí pasó a la física de fluidos y, finalmente, a la meteorología en la que lleva más de dos décadas trabajando desde el servicio meteorológico de la Consellería de Medio Dominio, luego de haberse doctorado con una argumento sobre hidrodinámica.
¿Cómo llegó a Meteogalicia?
La cosa comenzó como un tesina de investigación en la universidad, que se llamaba Unidade de Observación e Predicción Meteorolóxica y cuando se vio que se podía hacer un servicio meteorológico de calidad en Galicia, se organizó la estructura operativa internamente de la Xunta de Galicia. A mí siempre me gustó la ciencia y me sentía atraído por la física teórica y la astrofísica, la observación del firmamento, quizás por influencia de mis lecturas de Asimov, Carl Sagan, Arthur C. Clarke, aunque finalmente me decanté por la observación de lo que ocurre más cerca de la superficie de la Tierra.
En unos abriles la meteorología se ha convertido en una ciencia mucho más precisa. ¿A qué se debe?
Los avances han sido muy importantes, sobre todo en la última lapso del siglo XX y la primera del XXI. En ese período se produjo una auténtica revolución porque tuvimos muchos más datos, gracias entre otras cosas a los satélites meteorológicos. Nosotros estamos en Galicia y en las latitudes en las que nos movemos la circulación es de Oeste a Este. Eso quiere opinar que casi todo lo que vaya a tener lugar en Galicia en los próximos días se va a estar cocinando en el océano Atlántico y antiguamente de tener satélites en el Atlántico había algunos barcos que medían, que lanzaban radiosondeos…
Rememoración, de párvulo cuando hablaban del barco K
Efectivamente, que tantas veces citaba Mariano Medina, el hombre del tiempo de televisión. Ese era uno de aquellos barcos. Quizás tenían más conocimiento que nosotros de meteorología dinámica porque a partir de muy pocos datos eran capaces de inferir lo que iba a tener lugar en líneas generales. Nosotros nos apoyamos más en que, primero, tenemos más observación y la segunda pata en la revolución de la meteorología, que nos llevó a una meteorología de mucha más precisión fue la aparición de los grandes ordenadores, porque las ecuaciones no lineales con las que se elaboran los modelos no se pueden realizar con lapicero y papel y las resuelve en el ordenador. Cuanto mejor sea el ordenador, con más exactitud puede realizarse esa resolución. Si combinamos el hecho de que tenemos el planeta mucho mejor monitorizado y que tenemos ordenadores cada vez más grandes, eso ha hecho que las previsiones sean ahora de mucha más calidad. Ahora podemos lograr a más días de los que llegábamos antiguamente y en algunas situaciones se puede pronosticar casi hora por hora.
¿Y cuál será la ulterior revolución en la meteorología?
La de la inteligencia sintético. Como hay muchísimos datos y un histórico tremendo, las redes neuronales pueden ilustrarse y eso puede hacer que en los próximos diez abriles los pronósticos meteorológicos todavía mejoren más de lo que hacemos ahora.
La meteorología ha liberal, pero además el conocido es mucho más intolerante, ¿no es así?
Eso es poco que he vivido en estos últimos vigésimo abriles. Al dar mejor información y de más calidad, el conocido además se vuelve más intolerante en la petición de esa información. Si eres capaz de precisar mucho en algunos casos, va a generarse una chasco si en otras no puedes hacerlo. Si miramos a espaldas, no obstante, no junto a duda de que la predicción meteorológica ha liberal mucho, en universal.
¿Se confunde la meteorología con el clima?
Es cierto. La meteorología estudia el estado de la medio día a día. Va cambiando, un día hace sol, otro hace frío… el clima representa el promedio a lo dispendioso de muchos abriles. Podríamos opinar que el clima es lo que uno dilación y luego el tiempo meteorológico es lo que uno tiene en sinceridad.
Galicia es tierra de minifundio. ¿Incluso en meteorología? Se deje de microclimas.
En parte Meteogalicia nació por eso. Porque a pesar de tener un departamento amplio, sobre treinta mil kilómetros cuadrados, pero tenemos, por las circunstancias geográficas, por la topografía complicada, con zonas de media montaña muy cerca de las costas que aíslan el interior, una costa atlántica otra cantábrica… todo eso hace que un mismo día podamos tener situaciones meteorológicas muy diversas, frío en una zona, calor en otra y al final hace que refleje esas cuestiones. El clima de Ourense no tiene cero que ver con el de Ribadeo y el de Vigo, cero que ver con el de Lugo.
A veces parece que hay una frontera en A Cañiza, por lo menos en lo que a lluvias se refiere, entre las Rías Baixas y el Ribeiro.
Has mencionado dos zonas que son contiguas y a la vez extremas, porque una es la más lluviosa y la otra, la más sequía de Galicia. La más lluviosa es el interior de Pontevedra y la más sequía es el Ribeiro. Y eso es porque en Galicia cuando más llueve es cuando vienen vientos del suroeste, en otoño, invierno, principios de la primavera, son frentes que vienen cargados de humedad, se canalizan por las rías, van dejando toda la afluencia, pero cuando llegan al Ribeiro ganan un poco de temperatura y ya es capaz de contener la humedad y dejan mucha menos afluencia y eso se repite con frecuencia, aunque no siempre, y hace que tengamos registros en Fornelos de Montes de 3.000 litros por medida cuadrado a lo dispendioso de un año y en Ribadavia, de 600. Son diferencias enormes en zonas que están geográficamente muy cercanas.
¿Es complicada la previsión meteorológica en Galicia?
Al estar en un cruce de caminos tan confuso, el Atlántico, el Cantábrico, influencias continentales de Europa, africanas… cambios pequeñitos, que una contratiempo al Sur de Irlanda o un poco más al Boreal puede hacer que nos afecte o no hace que la previsión meteorológica sea más difícil en Galicia y luego la previsión a medio plazo, cuchichear del verano o ahora que va a lograr, el otoño, tiene una fiabilidad relativamente escasa porque hay fenómenos pequeños que no podemos controlar con tanta anticipación.
¿Y el clima? ¿Se perciben los cambios, además en los fenómenos meteorológicos?
El clima en sí es un reflexiva de esto. Si hablamos con personas que viven del sector primario, agricultura, pesca… casi todo el mundo nos lo va a opinar que efectivamente las situaciones que se viven son más desorganizadas. Eso hace que todo lo que está adaptado al clima de Galicia haya que hacer un esfuerzo por ir adaptándolo a las nuevas condiciones que vayan surgiendo.