Se nos acusa de xenófobos y eso no es cierto


Continúa el calvario de los vecinos de un rascacielos en Málaga. En el software de ayer ya denunciaban una situación de convivencia insufrible adecuado a que casi la porción de las viviendas del edificio, que dispone de 30 plantas, son de uso turístico.

A principios de año, se entregaron las llaves de los pisos con ilusión, y ahora los vecinos se ven sumidos en un caos diario que parece no tener fin. De las 250 viviendas que hay en el rascacielos, más de 100 son turísticas. A día de hoy, los vecinos protegen su identidad por miedo a represalias. Cuentan que se les acusa de xenófobos y de no percibir aprecio por Málaga. “No es cierto”, responden: “Convivimos con muchos propietarios de distintos países. Ese no es el problema”.

¿Cómo se comportan los turistas?

Los vecinos reclaman simplemente una Málaga segura, porque, con la situación flagrante, teman que ocurra una desgracia. “Vienen a divertirse, montan sus fiestas, tenemos que sostener sus ruidos” se queja una vecina. Cuenta que llevan a mango actos incívicos a menudo. Entre ellos, tiran la basura “donde no deben” y consumen drogas, asegura esta vecina, alegando que ella ha “olido a porro”. Este extremo asunto les preocupa, sobre todo, porque se encuentran en un edificio con parada peligro de incendios. A esto se le suma que aprovechan para cortarse el pelo en el pasillo, lo que una vecina califica como “asombroso”. Para más inri, “Las limpiadoras han conocido realizar el sexo en zonas comunes, una señora desnuda por el pasillo…”, en definitiva, una situación insostenible y que dificulta la convivencia.

Sin requisa, lo que más preocupa a los propietarios es la seguridad. Ya se han reunido con los bomberos para tener unas pautas sobre cómo realizar en presencia de equivalente panorama. “Los turistas no hacen esto” aclara la vecina. Recuerda que una confusión sonaban las alarmas a las dos de la mañana. “Eso es un sonido que se te mete en la capital enorme, una tensión, personas con pánico, niños con moretones…”, explicaban, desvelando que al final todo resultó ser un acto de vandalismo: los turistas habían vaciado un extintor.

Nos adentramos en el edificio para encontrarnos con una planta repleta de viviendas turísticas, entre las cuáles hay exclusivamente dos viviendas de propietarios. Es opinar, se encuentran completamente rodeados. Por otra parte, se pueden ver los candados de los pisos turísticos colgando en un costado en plena vía pública.

La reacción del Concejo

Francisco de la Torre, el corregidor de Málaga, ya ha pedido a la Congregación de Andalucía dar de desaparecido a los más de 100 pisos turísticos de ese confuso por no cumplir la reglamento de accesos y suministros independientes. Porque estas viviendas no son un caso único. Simplemente se suman a otras viviendas de la ciudad que no cumplen dichos requisitos. Una reacción por parte del Concejo que, se calma, termine con este calvario.

Terelu Campos responde a Gema López en directo

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