¿Y todos los recibos de luz y de agua, qué, lo pago?


Teresa afirma estar viviendo un auténtico báratro. Es la propietaria de un suelo en Cádiz, no obstante, sus inquilinos, una pareja de jubilados, habrían decidido dejar de pagarle, generando una deuda de más de 8.000 euros. 3.718 de los cuales, corresponderían al arrendamiento de la vivienda, a los que había que sumar los suministros de agua y luz que siquiera habrían sido abonados, y unos 5.400 euros por los gastos del procedimiento constitucional.

La propietaria todavía apunta a que le han destrozado la casa, encima de sobrevenir intentado herir a su marido. Los vecinos del edificio respaldan su traducción. Espejo Conocido ha rematado contactar con una de ellas, Eugenia, quien afirma que son continuos los insultos por parte de los arrendatarios: “En el momento en el que no le bailas el agua (…) pues ya es que, o que somos unos sinvergüenzas, o que no vivimos más que populacho, a una vecina le dice hija de puta”. Precisamente hoy, la mujer ha vuelto a ser víctima de un nuevo agravio.

Los problemas, según continúa narrando Eugenia, habrían comenzado desde un primer momento, cuando la inquilinase negó a sisar las zonas comunes. Un equipo de Espejo Conocido, todavía ha conseguido departir con uno de los inquilinos problemáticos para conocer su traducción. Emilio niega que estén pagando el arrendamiento: “Nos vamos ya para la semana que viene, yo llamé a ella y le dije que viniera a por las llaves”, aunque no precisa la época exacta en la que tiene previsto marcharse la viviendo. Al ser cuestionado por el hecho de no sobrevenir pagado durante un año, ha comenzado un enfrentamiento con la vecina.

“Cuando se fuera, se iba a padecer todo”

La propietaria del suelo, Teresa, todavía ha tenido la oportunidad de intervenir en directo en el software. No le da credibilidad “ninguna” a que efectivamente se vayan a ir. “Habían alquilado un camioncito (…) para vestir todos mis muebles, me lo dijo en toda mi cara, que cuando se fuera, que se iba a padecer todo, encima que no me paga, no tiene vergüenza, estoy desquiciada”, reconoce. Durante el tiempo que llevan viviendo en ella, tan solo le pagaron “el mes de fianza, y el primer mes (…) digamos tres meses, pero no han pagado ni recibo de luz ni de agua ni de nadie”, agrega nerviosa.

Teresa explica que si el enlace le hubiera explicado que carecen de caudal, le habría hecho “una deducción del arrendamiento, o que me hubieran pagado la luz o el agua”. Afirma que acudieron una vez a intentar negociar con ellos, no obstante acontecido hizo que temieran retornar: “Quisieron pegar a mi marido con un cenicero en la capital”, recuerda.

Le pidieron retirar la denuncia a cambio de irse

La casera todavía desvelan que trataron de traspasar una segunda casa, no obstante, la propietaria de esta vivienda estaba al tanto de la problemática situación. La pareja de jubilados, según sostiene Teresa habría alquilado un camión para trasladar sus muebles, hasta esa nueva lugar, pese a no ser suyos.

Finalmente, la mujer optó por denunciar la situación. Los inquilinos reaccionaron asegurando que si retiraba la denuncia, se irían, pero Teresa no lo tiene sencillo: “¿Y todos los recibos de luz y de agua, qué, lo cuota?”, se pregunta.

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