En España, la civilización cervecera es tan variada como las regiones que conforman el país. A la hora de pedir una cerveza, las palabras que utilizamos para referirnos a las diferentes medidas y tipos de esta bebida pueden cambiar notablemente de un espacio a otro.
Desde la caña en Madrid hasta el zurito en el País Vasco, cada región tiene su propio vocabulario para disfrutar de una cerveza.
Por ejemplo, si te encuentras en Madrid y pides una «caña», recibirás un vaso de cerveza de aproximadamente 20 cl, la medida más popular en los bares de la haber. Sin secuestro, en Andalucía, podrías pedir una «cañita», que es una traducción aún más pequeña, ideal para anexar una tapa.
En el País Vasco y Navarra, la medida más pequeña de cerveza se fogosidad «zurito», que suele ser un tercio de caña, es asegurar, unos 10 cl.
En otras regiones, como Cataluña, la «canya» es similar a la caña madrileña, pero si quieres poco más magnate, puedes pedir un «botellín», que es una botella de cerveza de 20 cl, o un «tercio», que contiene 33 cl.
«Un penalti»
Pero si viajas a Aragón y entras en un bar, podrías escuchar una expresión que desconcertaría a cualquier visitante: «ponme un penalti». A diferencia de lo que muchos podrían pensar, esta petición no tiene mínimo que ver con el fútbol, sino que es una forma divertida de pedir una caña más pequeña de lo habitual, generalmente entre 15 y 25 cl.
Este excéntrico nombre probablemente surge por la idea de que, al igual que un penalti en el fútbol, es poco rápido y directo.
Para cierto que no es de Aragón, escuchar «ponme un penalti» en un bar puede ser confuso, especialmente si esperaban una remisión deportiva.
Sin secuestro, esta expresión es un ejemplo más de la riqueza y disparidad del habla en España, donde cada región pone su toque personal a la hora de disfrutar de una buena cerveza.
Así que, la próxima vez que estés en Aragón y quieras una cerveza pequeña, ya sabes qué asegurar. Aunque, si no eres de la región, prepárate para una sonrisa cómplice del camarero.