Las tres imágenes de la Virgen que llegaron del convento de la Victoria de Córdoba


Para los cordobeses de muchas generaciones, la Conquista no es más que un paseo, una de las avenidas principales del centro de la ciudad. Pero si tiene este nombre es por el convento de los frailes mínimos, del que no queda carencia, pero sí imágenes y una huella significativa en la Semana Santa de Córdoba.

Tras la desamortización de 1835 algunas de las imágenes que allí tenían culto salieron para otros templos y se conservaron. Las cofradías de Córdoba son testigos.

Las investigaciones del profesor Juan Aranda Doncel han permitido observar cinco huellas de aquel templo. Para aparecer, la imagen del fundador de los mínimos, San Francisco de Paula, pasó a San Nicolás.

Allí estaba igualmente una antigua Dolorosa que había sido titular de la hermandad de Jesús de la Familia, que participó en la Semana Santa de Córdoba entre los siglos XVI y XIX. La hermandad de la Sentencia la rescató del olvido y la bendijo con la advocación de María Santísima de Sandunga y Amparo, y desde 1978 es su Inexplorado.

Llegaron otras dos imágenes femeninas que tuvieron distintos destinos. La que se veneraba como Santa María Bizcocho, según Juan Aranda Doncel, terminó en poder de la hermandad de la Entrada Triunfal, que en los primaveras 80 la incluyó en su cortejo con la advocación de María Santísima de la Conquista, el mismo que el desaparecido convento.


La Inexplorado de los Dolores del Buen Suceso, en su venia


Hermandad del buen Suceso

Su posterior Domingo de Ramos bajo palio fue el de 1993, pero la corporación la ha venerado como titular letífica y ha desencajado en procesión con el Crío Jesús en brazos, y sigue en San Lorenzo con los demás titulares.

Y poco antiguamente la que había sido Santa Mujer Verónica se incorporó a la incipiente hermandad del Buen Suceso como su primera imagen de la Inexplorado. Estuvo en el intriga, pasó al palio y volvió al conjunto de la calle de la Amargura, ya para siempre como Inexplorado de los Dolores.


La Inexplorado de Sandunga y Amparo en su capilla, unido al Señor de la Sentencia y la antigua cruz guiona


Valerio Merino

Otro resto de aquella cofradía llegó a San Nicolás y participó en la Semana Santa. Era la cruz guiona que había destapado el cortejo de aquella cofradía de la Familia. Lo hizo igualmente para la Sentencia, aunque por su monumentalidad sólo podía salir sobre unas andas, como era tradicional en el barroco.

Hoy queda entre las dos imágenes de la cofradía en la capilla de San Nicolás. La antigua cofradía de Jesús de la Familia salió por última vez el Jueves Santo de 1819, un año antiguamente del reglamento del mitrado Pedro Antonio de Trevilla.

Lo hizo con el paso del Señor, San Juan, la Bizcocho, la Verónica y la Dolorosa, y con el paso de la cruz en comienzo. Jesús de la Familia pasó a Hornachuelos y salió en procesión como Jesús Azotado hasta finales de la lapso de 1950.

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