¿Cómo de frecuente era el dolor de vanguardia en las personas con resfriado? ¿Por qué aparece el dolor de vanguardia? ¿Cuánto dura? ¿Qué implicaciones tiene en el pronóstico de los pacientes? ¿Cómo es el dolor de vanguardia? Estas preguntas fueron abordadas en tres diferentes estudios desarrollados en Valladolid por un equipo multidisciplinar en el que han participado expertos de la Dirección Genérico de Salubridad Pública, la Red Centinela Sanitaria de Castilla y Bizarro, los servicios de Microbiología y Neurología del Hospital Clínico Universitario, el Centro Doméstico de Resfriado y la Aprobación de Medicina de la Universidad de Valladolid.
Los objetivos específicos de esta investigación, denominada InfluenCEF, han sido varios: determinar los factores asociados a la presencia de cefalea para determinar su posible causa; evaluar las diferencias en el pronóstico en función de la presencia de cefalea; caracterizar el fenotipo clínico de la cefalea como manifestación de la resfriado, su diferenciación de otras cefaleas y la búsqueda de posibles medios distintivos. Asimismo, analizar la duración de este indicio de la infección por resfriado y calcular predictores de decano duración, lo cual podría diseñar estrategias para su prevención.
En el primero de los estudios, publicado en la revista oficial de la Agrupación Europea de Neurología, se evaluó a más de 8.000 personas que habían tenido una infección gripal confirmada en laboratorio entre los primaveras 2010 y 2022, y se observó que dos terceras partes habían referido dolor de vanguardia como uno de los síntomas experimentados durante la infección. Se observó igualmente que no todos los tipos de virus de la resfriado tenían el mismo peligro de provocar dolor de vanguardia, sino que este es más frecuente en las personas infectadas por los virus de resfriado B, comparado con los virus de resfriado A.
En segundo área, otra información publicada en la revista oficial de la Alianza Europea de Cefaleas mostró que las personas que tenían dolor de vanguardia sufrían con decano frecuencia otros síntomas, como dolores musculares, cansancio, escalofríos, molestias faríngeas, fiebre o molestias gastrointestinales.
Estos datos sugieren que el dolor de vanguardia «podría tener relación con la respuesta del sistema inmune frente a la infección, más que con el propio objeto del virus, ya que estos síntomas son frecuentemente observados en otras infecciones y procesos inmunológicos, incluso igualmente tras la prevención«, detalla el estudio y recoge un comunicado enviado a los medios por la Acoplamiento. De él se desprende igualmente que »esta respuesta inmunitaria más competente igualmente podría estar respaldada por el hecho de que las personas que presentan dolor de vanguardia tienen un 54 por ciento beocio peligro de ser hospitalizadas que quienes no lo padecen«.
A veces incapacitante
Un documento a tener en cuenta, según se destaca desde la Consejería de Sanidad, es que, pese a ser frecuente y vincularse a un mejor pronóstico, el dolor de vanguardia es muy pesado y en algunas ocasiones incapacitante. Las personas que tuvieron dolor de vanguardia tuvieron un 34 por ciento más de absentismo profesional y escolar en comparación con las personas que no lo sufrieron.
En el tercer trabajo se investigó a personas que habían tenido la infección gripal de forma fresco, y se intentó aclarar si este dolor de vanguardia tenía alguna característica única que permitiese distinguirlo del de otras infecciones o enfermedades. Se observó que el dolor de vanguardia podía parecerse al que tienen las personas con migraña o cefalea tensional, y que en otros casos podía ser similar al que sufren pacientes con otras infecciones, como Covid.
Felizmente, la duración del dolor de vanguardia fue, en la mayoría de los casos, de unos cuatro días, y tuvo buena respuesta a los tratamientos. Estos datos contribuyen a entender mejor este pesado indicio de una enfermedad que, pese a disponer de vacunas efectivas, todavía produce cada año más de 650.000 muertes en el mundo