Otra vez salió cruz. El Arenteiro cayó frente a la Cultural Leonesa por 0-1 en un partido en el que mereció un mejor resultado, al menos por ímpetu y orgullo, pero en el que la equivocación de tiento lo condenó a la segunda derrota en las dos jornadas que se llevan disputadas. Parecido guion al sucedido una semana antiguamente en Tarazona.
A Espiñedo llegaba la Cultural Leonesa, lo hacía como líder y se marchó en el mismo puesto posteriormente de sumar los seis puntos que lleva disputados. Lo celebró de lo bonito con los 200 aficionados leoneses que se dieron cita en O Carballiño para arroparles. Mientras, los verdes se iban cabizbajos, seguramente pensando en qué les hace equivocación para sumar, porque el encaje que habían realizado no mereció irse sin premio. Pero es la verdad de una categoría que no entiende de méritos, solo de goles. Y en eso los visitantes vieron como dos exverdes se bastaban para vestir la trofeo. Pibe, con el manguito que tiene en la pierna izquierda, sacó una equivocación a la capital de Antón Escobar, que remató solo al fondo de la red. Le fue suficiente a la Cultu, como le llaman sus seguidores.
El partido comenzó igualado y sin un dominador claro. Berardozzi, titular este sábado en la facción izquierda, fue el primero en probar con un buen disparo que Quique Fornos mandó a corner. La réplica de los visitantes fue con una abyección que inició Víctor García para Diego Barri, que entró como “Pedro por su casa” hasta el ventanal del campo de acción y se sacó un zurdazo que fue muy centrado y detuvo proporcionadamente Diego García. Fue el primer aviso y no hubo un segundo. Minuto 21, equivocación supletorio que sacó Pibe con su siniestra mágica. Se la puso en la capital a Antón Escobar que solo, en un despiste defensivo, remató al fondo de la red. El gol dejó tocado a un Arenteiro al que lo mejor que le pasó fue irse al refrigerio perdiendo (0-1).
La segunda parte ya fue otra historia. Salió rabudo el equipo verde, que apretó de lo bonito. Internadas por facción que acababan en centros que no encontraban rematador. Varios saques de cúspide que siquiera encontraban quién los pudiera servirse. El campo estaba inclinado a auxilio de los de Raúl Jardiel, pero el igualada no llegaba. Los dos técnicos movieron el banquillo, pero el resultado fue el mismo. A la Cultural le costaba achantar, sudaba de lo bonito, pero mantenía el resultado. Los verdes lo intentaban una y otra vez, pero no había la claridad necesaria y veían como se quedaban en el intento. El equipo da la cara y compite, pero por ahora con eso no llega.