Medio siglo del horror en la calle del Correo, el primer atentado masivo de ETA


En la carrera infernal de la facción ETA, algunos de sus zarpazos han tenido un plus de crueldad. Uno de ellos fue sin duda la obús que hizo explosionar en la cafetería Rolando, situada en la calle del Correo número 4. Fue su primer atentado masivo e indiscriminado, y afectó principalmente a población civil: su cálculo fue de 13 fallecidos –merienda en el acto y dos más después, a consecuencia de las heridas– y más de 70 heridos. El 13 de septiembre se cumplen 50 abriles de aquel horror, y con este motivo, la Fundación Víctimas del Terrorismo abre la exposición ‘Cincuenta fotos para la memoria’. Precisamente por eso: para memorar.

Antonio y María Jesús, mecánico él y telefonista ella, estaban en Madrid aquel día de 1974 pasando su vitral de miel: se habían casado seis días antaño. Manuel, camarero de 26 abriles, y Gerardo, su compañero en Rolando, fallecieron en el atentado, al igual que Francisco, cocinero de 31 abriles. La estudiante María Ángeles, de 20, tuvo la mala suerte de entrar con unas amigas para manducar; e igual le ocurrió a Antonio, ferroviario (55 abriles), al boda formado por el panadero Baldomero y Josefina, ama de casa; a Concepción, administrativa de 65 abriles, a Luis, de 78, agente comercial retirado que quedó allí con un cliente; o a la maestra Francisca, de 45 abriles, que ejercía en Valdepeñas pero ese día estaba en Madrid de compras y había quedado a manducar con su prima.

Al parecer, los terroristas eligieron este zona porque estaba muy cerca de la Dirección Normal de Seguridad, que estaba aposentada en la Verdadero Casa de Correos. Pero como ésta era inaccesible, pensaron que la cafetería Rolando, donde acudían muchos policías por su cercanía a la DGS –escasamente tenían que cruzar la calle–, sería una buena alternativa. No tuvieron en consideración que estaban al flanco de la Puerta del Sol, y que muchos otros ciudadanos entraban allí de forma habitual. O no les importó. De las 13 víctimas mortales, sólo uno fue un inspector de la Policía Franquista, Félix, 46 abriles, que murió dos abriles y medio luego del atentado a consecuencia de las heridas sufridas en él. Entre los más de 70 heridos sí hubo agentes y personal oficinista que trabajaba en la DGS.

La Fundación Víctimas del Terrorismo, en colaboración con la Comunidad de Madrid y el Consistorio de la renta, y con la ayuda de la agencia EFE, han regalado forma a la exposición que abrirá sus puertas este septiembre para que nadie olvide, en su 50 aniversario, el horror que se vivió en la calle del Correo aquel día.

Era viernes. Las investigaciones posteriores determinaron que dos etarras, Bernat y María, entraron en la cafetería portando un maletín en el que había 30 kilos de explosivos y tuercas de 2 centímetros de diámetro. Se sentaron en una mesa del comedor y al rato se fueron, dejando allí su venenoso carga. Poco luego, sobre las 14.30 horas, en plena hora de la comida y con el establecimiento repleto, la obús explotó.

La muestra, ‘Cincuenta imágenes para la memoria’, estará abierta del 9 al 15 de septiembre en la Verdadero Casa de Postas (plaza de Pontejos, 3). En ella se repasan los inicios de la estructura, sus primeros atentados, la respuesta del dispositivo del Estado, hechos destacados como el consejo de refriega de Burgos o el atentado contra el almirante Carrero Blanco. Y lo ocurrido en la calle del Correo.

Fue, recuerdan los responsables de la exposición, la primera vez que ETA atentaba contra población civil de forma indiscriminada. La onda expansiva de la fortísima arrebato hizo caer el techo del restaurante, que aplastó a sus ocupantes. Y se dejó observar asimismo en el regional vecino. Fue el atentado con decano número de víctimas mortales provocado por ETA hasta ese momento.

La exposición In Memoriam está formada por medio centenar de fotografías seleccionadas del fondo documental de la Agencia EFE, cercano con imágenes de las víctimas mortales de aquel colosal atentado, cedidas por sus familiares. Se acompañan asimismo por las portadas de los periódicos de la época, que recogieron el horror frente a lo sucedido y el altísimo número de ciudadanos muertos o heridos por impacto de la arrebato.

Encima, como complementos expositivos, se reproducirá un vídeo informativo, con imágenes cedidas por RTVE, sobre lo acontecido aquel día en Madrid, y un podcast con testimonios de cuatro víctimas del atentado.

No lo reivindicó

La exposición muestra los informes de los hechos, el atentado, las víctimas y sus circunstancias personales, con detalles humanos estremecedores, y lo ocurrido en la investigación policial en relación con estos hechos: los detenidos, los amnistiados más tarde y las consecuencias de todo lo ocurrido.

Cada uno de estos apartados está ilustrado con fotografías que, cercano con sus pies de fotos explicativos, ayudan a comprender lo sucedido y sus implicaciones.

Este atentado de la calle del Correo tiene el triste récord de activo sido, cuando tuvo zona, el que provocó un decano número de muertes entre los ciudadanos. Sólo lo superó, abriles luego, otro gran atentado indiscriminado de ETA, el cometido en el Hipercor de Barcelona el 19 de junio de 1987, donde resultaron muertas 21 personas y otras 45 sufrieron heridas de diversa consideración.

Incluso la dirección de ETA se vio sorprendida por la seriedad del atentado cometido, y por el número de civiles que habían sido víctimas del ataque; se sabe –indican en la exposición– que los hechos dieron zona a un adusto debate interno, y que finalmente se decidió no responsabilizarse de lo ocurrido.

La estructura terrorista tardó más de 40 abriles en distinguir su responsabilidad en el atentado de la cafetería Rolando. Lo hizo en su extremo Zutabe –boletín interno de la facción–, que se publicó antaño de su disolución en 2018. En el mismo, la facción terrorista admitió la autoría de dos atentados no reivindicados hasta ese momento: el crimen de tres personas en Tolosa (Guipúzcoa) en 1981, a las que confundió con policías, y el atentado contra la cafetería Rolando en 1974.

Leave a Comment

Your email address will not be published. Required fields are marked *