Córdoba está viviendo un insólito verano trágico en sus cielos. Este sábado, un instructor de revoloteo moría al colisionar su avioneta en la hacienda. Era el postrer de tres siniestros aéreos graves que se han producido en la provincia en poco más de un mes. Se han saldado con tres fallecidos y cuatro heridos.
El dramático relación arranca en Castro del Río el 29 de junio. Dos personas murieron tras precipitarse sobre una zona de campo la avioneta en la que viajaban cuando sobrevolaban ese municipio. La nave espacial partió de Sevilla y debía tener llegado a Murcia. Una crisis en pleno revoloteo causó que se estrellara.
Y un gran sobresaltó se vivió en Chiva el 10 de agosto, cuando un helicóptero se disponía a trasladar a una persona que había sufrido un infarto. La nave espacial iba a arrancar, con el paciente internamente, cuando se desató un incendio en ella.
El fuego, originado por un escape en una botella de oxígeno, estuvo a punto de provocar una tragedia. El paciente, un tripulante y un retrete tuvieron quemaduras de carácter pesado, según el referencia del Empleo de Transportes de este siniestro.
Este sábado se produjo otro nefasto desnivel volátil. Una avioneta, que realizaba un revoloteo privado de formación, acabó precipitándose contra un demarcación de barbecho en la carretera del Aeropuerto, a la consideración del cruce de Villarrubia.
El piloto, que era instructor de revoloteo, murió. La otra inquilino de la nave espacial, una mujer que estaba recibiendo la formación, tuvo que ser trasladada al hospital Reina Sofía pero desde el Cabildo se informó de que, en principio, su vida no corría peligro. La avioneta había partido de un aeropuerto existente en Villarrubia, perteneciente a la empresa Aeronáuticas Delgado (Aerodel).