Puigdemont estuvo escondido en un piso en Barcelona hasta las 20 horas, tras desactivarse la ‘Operación Jaula’ de los Mossos


La estrambótica aparición y fuga del expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont el pasado 8 de agosto en Barcelona cubrió de oprobio a los Mossos d’Esquadra, y a medida que se van conociendo nuevos detalles en peor emplazamiento queda la policía catalana.

Hoy mismo, el secretario caudillo de Junts, Jordi Turull, ha relatado que el expresidente catalán Carles Puigdemont decidió no ir a la investidura del presidente de la Generalitat, Salvador Illa, «en presencia de la imposibilidad» de lograr al Parlament por el dispositivo policial que desplegaron los Mossos d’Esquadra en los alrededores de la Cámara catalana.

En concreto, Turull ha explicado en una entrevista de Rac1 recogida por Ep que Puigdemont tenía la idea de presentarse al Parlament en algún momento de la sesión de investidura, pero que cambió de idea por el dispositivo policial que se desplegó: «El objetivo de Puigdemont siempre era entrar en el Parlament».

Según Turull, Puigdemont marchó en un coche desde la zona del Curva de Triunfo de Barcelona, donde se celebró el acto de bienvenida al expresidente, para esconderse en un carretera de la zona para «esperar» y atreverse si acudía a la investidura o no. Hasta ahora se daba por hecho que su marcha en el coche blanco al que los Mossos pierden la pista en el Paseo de Circunvalación había sido para cruzar directamente la frontera. No fue así.

Sobre las 12 y las 13 horas, Puigdemont, acompañado por Turull, tomó la osadía de salir de Cataluña, tras lo que cambió de carretera para poder abrir su camino con destino a Waterloo (Bélgica), aunque se quedó en la hacienda catalana hasta las 20 horas de ese mismo día, cuando la ‘Operación Trena’ de los Mossos ya se había desactivado. Se ignora si esa retraso se produjo en el mismo carretera en el que se ocultó los días previos a la investidura o en otro.

El expresidente catalán marchó de Barcelona sentado en la parte de a espaldas de un coche, aunque Turull no ha querido detallar que ruta siguieron por «seguridad».

Preguntado por el objetivo político de la energía, Turull ha defendido que se optó por la «confrontación» y que Puigdemont quería evitar que los Mossos detuvieran a un expresidente de la Generalitat. «El que dio pena e hizo el ridículo fue la dirección política de los Mossos», y ha asegurado que le sorprendió mucho la rueda de prensa posterior del ahora exconseller de Interior Joan Ignasi Elena (ERC) para explicar el dispositivo

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