Un centro de estética de Ferrol da a sus empleadas unas vacaciones… indefinidas


El final de las vacaciones siempre es traumático, pero para los trabajadores de una centro de belleza ferrol, este verano lo ha sido aún más. Ninguno de ellos podía sospechar, el 29 de julio, que lo que iba a ser una semana de descanso, obligado, eso sí, se convertiría en una auténtica pesadilla.

“El día 29 nos dijo la jefa que iba a cerrar del 31 de julio al 7 de agosto para aprovechar para pintar y acondicionar el centro, entonces tendríamos que tomarnos esa semana de vacaciones”, cuenta Mariana López, una de esas afectado. Hasta ahora, todo normal. “El problema es que a los dos días me llamó el dueño del lugar. Me preguntaba si sabía algo de los jefes porque no pudo ubicarlos después de ir al lugar y encontrarlo completamente vacío”, dice. Y allí comenzó la pesadilla. Los cinco trabajadores intentaron contactar a los gerentes del negocio, pero no obtuvieron respuesta. “Eliminaron la cuenta de Instagram, nos bloquearon en WhatsApp… no respondieron llamadas ni mensajes. Nos sentimos impotentes”, dice.

El 8 de agosto, a las 10 de la mañana, todos se dirigieron a su lugar de trabajo, pero Descubrieron que no había nadie allí.… o algo. Una vecina fue testigo de ese momento: “Me sorprendió ese domingo (31 de julio) ver cómo vaciaron el salón de belleza y metieron todo en una camioneta, pero nunca sospeché que pasaría algo así, pensé que era para acondicionarlo. como nos habían dicho a los clientes”, dice Juani. “Se llevaron todo, hasta material de peluquería que era mío”, dice Rubi Guzmán. Estaba de licencia y descubrió que había perdido su trabajo debido a una llamada de sus compañeros, quienes la alertaron de la situación.

Nos deben la nómina del último mes, el finiquito y la indemnización”

Inmediatamente denunciaron los hechos y los hicieron públicos. “Después de ver que le decíamos a los medios, el gerente nos llamó”, dice Mariana. Era la manera de conseguir que al menos les avisara del despido. “El 11 de agosto nos envió el despido por correo electrónico a todos nosotros. Efectivo a la vez de comunicación”, explica.

Aunque al menos han podido regularizar su situación y solicitar la prestación por desempleo, reclaman lo que les corresponde: “Nos deben la nómina del último mes, el finiquito y la indemnización por despido sin previo aviso, pero nos dicen que recurramos a la fondo de garantías, que no nos van a pagar nada”. Mientras continúan con la batalla legal, vecinos y clientes, que también se han mostrado sorprendidos y afectados por el repentino cierre de este centro que “funcionaba bien”, les apoyan. Mariana y Rubi esperan encontrar una pronta solución y poder cerrar este desagradable capítulo.

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