La moratoria para solicitar licencias de apertura de las llamadas “cocinas fantasma” -lugares donde no se atiende directamente al público sino solo a los “riders” para recoger allí los pedidos a domicilio- finaliza este miércoles. A partir de ahora, se podrán volver a solicitar autorizaciones para ellos, aunque deberán cumplir con la nueva normativa, aprobada a mediados de julio por el Ayuntamiento, y aún pendiente del ‘ok’ de la Comunidad de Madrid.
Durante años estos establecimientos se convirtieron en una fuente de problemas para los vecinos que vivían en las inmediaciones, que se quejaban activamente de los ruidos y olores que provocaban, así como de las molestias que provocaba la constante entrada y salida de ‘riders’ para recoger los pedidos.
El Ayuntamiento aprobó en 2021 una moratoria en la aprobación de nuevas licencias para estos establecimientos, que finaliza este miércoles. El panorama, a partir de ahora, se reabre a la posibilidad de nuevas autorizaciones. No obstante, quienes pretendan hacerlo deberán cumplir con los requisitos que establece la normativa que se aprobó en julio, y que modifica el Plan General de Ordenación Urbana en varios puntos. Así lo han explicado a torrevieja news today fuentes del Ayuntamiento.
La nueva normativa urbanística, que entre otras cuestiones atañen a estos comedores fantasma, fue aprobada por el pleno municipal a mediados de julio. En cuanto afectan al Plan de Ordenación Urbana, requieren la aprobación de la Comunidad de Madrid, que dispone de un plazo máximo de 4 meses para pronunciarse sobre el mismo. Todavía no lo ha hecho, dijeron fuentes del consistorio. Pero a partir de este miércoles, si alguien solicita una licencia para abrir una nueva cocina fantasma, el ayuntamiento tendrá que tramitarla. Y tendrán que concederlo, siempre que -recuerdan- se cumpla lo establecido por la nueva normativa urbanística. En concreto, especifican que las cocinas fantasma solo podrán ubicarse en zonas residenciales si están ubicadas en un local industrial cuya superficie no supere los 350 metros cuadrados, y la zona de carga y descarga se encuentre dentro del local.
De esta forma, pretenden reducir los problemas de movilidad que generaban quienes acudían con sus vehículos a recoger pedidos. Además, solo se permitirá un máximo de ocho cocinas en un mismo establecimiento.
Si bien la Comunidad aún no se ha pronunciado sobre este cambio en la normativa, las autoridades municipales iniciarán los trámites para las autorizaciones que se solicitan para estos establecimientos, las cuales serán otorgadas siempre que se cumpla la normativa. Advierten, en todo caso, que “la tramitación de una licencia de cocina industrial tarda tres meses”, por lo que es muy probable que el pronunciamiento del Gobierno regional llegue antes de que el Ayuntamiento tenga que pronunciarse sobre una nueva licencia para este uso. .
La nueva normativa urbanística, en relación a las cocinas fantasma, no recoge todo lo que les había solicitado la Federación de Juntas de Vecinos y las plataformas de víctimas de estos negocios. De hecho, pidieron prohibir la instalación de cocinas a menos de 500 metros de equipos sensibles, como colegios o centros de salud, y también exigieron la obligación de presentar un informe de impacto ambiental y movilidad para darles la autorización correspondiente.