El Gobierno boicotea también el trasvase Júcar-Vinalopó al negarse a reparar su embalse: «Se va a perder»


El Gobierno vuelve a bloquear los trasvases en la Comunidad Valenciana, en este caso internos sin la presión del presidente castellanomanchego, Emiliano García-Page, al negarse a reparar la balsa de San Diego, en Villena (Alicante) e hipotecar el futuro de las transferencias hídricas del Júcar al Vinalopó, que empiezan a funcionar ahora.

A pesar de las llamadas de alerta de varios dirigentes de la Generalitat Valenciana por las filtraciones de esta infraestructura desde hace más de una división, el Ejecutor central descarta resolver esta deficiencia por no considerarlo «urgente» y no lo incluye en sus dotaciones presupuestarias.

El postrer en reclamarlo ha sido el conseller de Agricultura, Agua, Hato y Pesca, Miguel Barrachina, quien advirtió de la viabilidad porque «el Júcar-Vinalopó se convierte en inservible» sin esta reparación.

La razón es que se comercio de «una balsa que pierde el 100% del agua y, por consiguiente, esa balsa que fue aceptada no funciona. Del trasvase de 80 hectómetros se van a perder más de 60, porque no tiene condiciones».

En una respuesta parlamentaria al diputado doméstico por Alicante Joaquín Melgarejo, el Gobierno argumentó que subsanar estas fugas «es muy costoso», a lo que el conseller Barrachina ha replicado que «más costoso es dejar perder el agua y que todo un trasvase se vaya a perder».

Precisamente la otra razón esgrimida por el Ejecutor de Pedro Sánchez apunta a que inicialmente el Júcar-Vinalopó estaba concebido para una capacidad máxima anual de ese grosor, 80 hm3, pero por ahora no va circular ese caudal. No obstante, el conseller subraya que los regantes no pueden así acumular reservas para los periodos de más pobreza.

En la misma confín, el presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, había abundado igualmente en su rechazo a esa política de desmentir el agua a esta región: «No contentos con paralizar 26 veces de modo política e injustificable el trasvase Tajo-Segura, ahora nos quieren paralizar el Júcar-Vinalopó».

Ha comparado con su dirección en esta infraestructura, cédula en las obras del postrasvase con una inversión de más de 30 millones de euros en los tramos 1 y 2, «mientras el Gobierno nos dice que no se puede embalsar agua en San Diego porque la reforma no es prioritaria, por lo que no podrá discurrir el agua por esas obras».

En definitiva, a su pleito hay una clara intencionalidad: «Pedro Sánchez nos está ninguneando, nos niegan los trasvases, las canalizaciones, el agua que necesita la provincia de Alicante». Por eso, califica de «excusa» y de «impresentable» la negativa a esa reparación.

Mazón tiene previsto saludar este miércoles el Vinalopó para el corte simbólico del primer racimo de uva embolsada en el inicio de la vendimia, uno de los cultivos que más se beneficiará de los envíos hídricos desde el Júcar. De entrada, van a transferirse 22 hm3 en este primer año.

Por su parte, la directora común de Agua y Exposición Rural, Sabina Goretti, ha explicado que «para que el agua llegue a los regantes y sean operativos los tramos I y II de las obras del postrasvase, el Gobierno central se tiene que comprometer a reparar la balsa de San Diego».

Así, Goretti ha señalado «no puede hacer dejación de funciones y debe cumplir con el compromiso» para «dar una posibilidad definitiva y viable a los problemas que se generan en el embalse de San Diego, y que no supieron hacer desde el primer momento». Con su comportamiento, «pone en peligro un sector clave y miles de empleos», ha apostillado.

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