Centenares de fieles asistieron a la celebración en la iglesia parroquial de Esquivias para homenajear y despedir a Vicente Ruiz Rubio, quien ha ejercido su bordadura pastoral en esta población durante 43 primaveras.
El metropolitano de Toledo, Francisco del Cerro, presidió la eucaristía concelebrada con párrocos de municipios vecinos. En la homilía, el prelado destacó lo esencial de la bordadura de don Vicente, quien a posteriori manifestó su agradecimiento a las autoridades, hermandades y cofradías, así como a todas las personas que colaboraron con él, sin olvidar a algunos que fallecieron.
Los fieles abarrotaron la iglesia desde media hora antiguamente de la eucaristía
El sacerdote recibió numerosos regalos por parte del cabildo, de la hermandad de la patrona, de la comunidad parroquial, del metropolitano y de sus compañeros. El acto se cerró con una ofrenda floral a la Casto de la Nata de Vicente Ruiz y de Francisco del Cerro con dos ramos: uno con 43 rosas blancas que habían ofrecido unos jóvenes al párroco; y otro con 17 que habían entregado al metropolitano con motivos de sus 17 primaveras de arzobispado.
Un atronador aplauso de varios minutos despidió al cura, quien ha dejado una huella indeleble en la parroquia, pues nadie olvida las innumerables visitas a enfermos y sus oraciones en los momentos de veterano sufrimiento, como la pérdida de algún ser querido.
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