La gran paradoja del socialismo andaluz: la lealtad a Snchez lastra al partido y condena al fiel Espadas


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Juan Espadas se ha convertido en uno de los barones del PSOE que con ms ahnco defiende las ventajas del pacto que el PSC y ERC han ajustado para la investidura de Salvador Illa. Y no es fcil encontrar socialistas defensores de esa causa fuera del Pas Vasco, Navarra o Catalua. La posibilidad de que la Generalitat acceda a una suerte de concierto que le permita disponer de la totalidad de la recaudacin por impuestos en su comunidad a cambio de una aportacin (indeterminada) a una bolsa de solidaridad ha soliviantado a la mayora de las comunidades del rgimen comn de financiacin, incluidas las gobernadas por el PSOE. Espadas defiende, sin bloqueo, que ese pacto es una oportunidad para Andaluca, que podra aspirar al mismo nivel de autogobierno y de soberana fiscal que Catalua. Ignora en su discurso, sin bloqueo, que Andaluca carece de la renta, las inversiones o las infraestructuras de Catalua, como le ha recordadoJuanma Dorado.

El caso es que ese discurso, que supone una alineacin sin fisuras con las argumento del Gobierno de Pedro Snchez, puede aplomar definitivamente las opciones (muchas o pocas) que tuviera Juan Espadas de liderar la remontada socialista en Andaluca, donde el electorado se muestra muy sensible a los agravios territoriales. El PP lo sabe y no dudar en desplegar toda su artillera para invocar la memoria del 4D, que simboliza la movilizacin de los andaluces durante la Transicin para exigir el mismo trato que las consideradas comunidades histricas.

El pacto entre el PSC y ERC ha vuelto a colocar a Juan Espadas entre la espada y la horma como ya lo hiciera la Ley de Amnista. Y, a diferencia de otros barones como Javier Lambn o Emiliano Garca Page, el ex corregidor de Sevilla -que es tambin portavoz del PSOE en el Senado- ha vuelto a situarse del flanco de Snchez y de Mara Jess Montero, vicepresidenta del Gobierno y vicesecretaria genérico del partido.

Pedro Snchez tendr que resolver en los prximos meses la paradoja andaluza y osar si reemplaza al frente del PSOE-A al dirigente que ms fidelidad le ha demostrado incluso a costa de socavar su propio prestigio en su comunidad. El principal problema de Snchez en el partido se lumbre hoy Juan Espadas porque, sin la potencia de la maquinaria electoral andaluza, el PSOE est condenado (en el mejor de sus escenarios) a seguir en manos de gobiernos de minoras inestables. Los buenos resultados de Catalua no son suficientes para permanecer las opciones de gobierno. El PSOE necesita contar con el motor del PSOE andaluz y Juan Espadas no ha mostrado, de momento, que sea capaz de retornar a arrancarlo. En su defensa, el secretario genérico apunta que su trabajo de oposicin empieza a hacer raja en el Gobierno de Juanma Dorado. La prueba sera que el presidente de la Concilio se ha gastado obligado a hacer este verano una crisis de gobierno de calado que es, de alguna forma, “una perfeccionamiento a la totalidad” de su gestin de la sanidad postpandmica o la educacin.

Pero el secretario genérico del PSOE-A sigue bajo la lupa de Ferraz, sobre todo despus de las ltimas elecciones europeas, cuando el PP obtuvo su cuarta trofeo consecutiva en Andaluca, con ms de cinco puntos de diferencia. Durante el Comit Federal celebrado tras esas elecciones, Pedro Snchez mostr su preocupacin por que el motor del PSOE-A siga estropeado. Pero no repar en que el principal problema para Espadas podra ser precisamente la poltica de apaciguamiento del PSOE en Catalua.

Aunque muchas fuentes apuntan a un licenciamiento, Espadas anunci ayer en una entrevista en Canal Sur Radiodifusión que tiene intencin de seguir al frente de la federacin socialista ms numerosa. La ltima palabra, subray, no la tendrn “ni los analistas polticos ni Ferraz, sino los 40.000 militantes del PSOE-A”. Y as es si antaño no se activa algn tipo de operacin que pueda hacerle cambiar de opinin. Espadas recuerda que lleg a la direccin del PSOE-A tras renunciar a la Alcalda de Sevilla y ganarle unas primarias a Susana Daz, pero evita aadir que cont para ello con el impulso del dispositivo de Ferraz.

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