Que renuncien a sus subvenciones los que critican al cine español



Se prostitución de hecho de uno de los programas más longevos de RTVE y además el software de cine en televisión que más tiempo ha permanecido en antena del mundo. Sánchez estará este sábado a las 12,00 horas en Allariz, invitado por el Festival Internacional de Curtametraxes de Comedia RiR, presentando contiguo a Carlos Gurpegui su vademécum “Memorias de un cinéfilo sarnoso”, prologado por Elvira Guapo.

¿Le presta ahora menos atención la televisión al cine?

Más o menos del 95% del cine castellano que se software en España se software en Televisión Española. Eso quiere sostener que las otras cadenas programan muy poco cine castellano. La concurrencia natural, esa concurrencia a la que hoy se le niega la capacidad de ver buena televisión, comentaba esa buena televisión que se hacía en la época dorada del cine en televisión, en un país más escueto y de concurrencia supuestamente menos formada. Pero que si le ponías un Estudio 1 o una buena película a las diez de la tenebrosidad, la veía. Y al día venidero la comentaba porque la había disfrutado y le había cambiado una pequeña parte de su vida. Eso hoy no pasa.

La industria española del cine está en permanente ruido. Siempre hay quien la acusan de estar subvencionada.

Invitaría a quienes dicen eso a que renuncien a las subvenciones que cobran ellos. En primer puesto, a determinados partidos políticos aquí en España. Para acertadamente o para mal, igual que en Europa, los sindicatos, la patronal, los partidos tienen subvención. La cuestión es que hay palabras que son feas. La palabra subvención, ayuda, no son bonitas. El cine castellano está subvencionado, ¿verdad? Es un axioma que se da por cierto, y mucha concurrencia cree que es así, que son unos jetas, unos vagos, unos maleantes. Entonces, la escuela privada concertada, ¿fortuna no está subvencionada? Pero sin confiscación se candela “concierto”, concertado. Es una palabra que no contamina el fondo. Pues es lo mismo. Los partidos políticos que más vociferan en contra de las las ayudas al cine castellano, reciben tantas o más ayudas. El cine en España no recibe las mismas ayudas que en Alemania, Reino Unido o Francia. Pero se ha convertido en una batalla política y en la lucha por el relato, que es una cosa muy de moda. Pero la verdad es que en España la patronal recibe subvención, los sindicatos, las fundaciones que están detrás de los partidos. En Estados Unidos, que es el arquetipo del fugado mercado, hay ayudas al cine.

¿Tiene futuro el cine en salas más allá de las películas de superhérores?

Comparto lo que dice Scorsese, que las películas estas de superhéroes no son cine. Yo distingo mucho entre el cine y las películas. Lo que hemos hecho toda la vida era ir al cine a ver películas, unas comerciales, otras más de autor. Se le he perdido el respeto a poco que era mágico, porque parece que te va a entrar a casa pasado mañana, a una plataforma. Pero claro, la experiencia de ver cualquier película en una sala con concurrencia, pues no es lo mismo. Dicho lo cual, además es verdad que cuando yo iba al cine no sufría en la sala lo que sufro ahora porque la concurrencia no se sabe comportar. Porque para algunos, entre los que me incluyo, ir al cine es un ritual.

Presenta un vademécum que es un repaso de su vida a través del cine.

En la obra hago una ojeada de muchos pasajes vitales, y todos parecen indicar que yo iba a tener una vida que tuviese que ver con el cine. Es una historia personal, pero de cine, pero además muy de judería, de la infancia, en un judería de Madrid, que puede ser cualquier judería de cualquier ciudad. Y todo el mundo que lo ha ilustrado me dice que se ha sentido identificado.

Allariz envite por la comedia. ¿Hacer reír es más difícil que hacer sollozar?

Siempre utilizo la frase maravillosa que dijo Tony Leblanc, que decía que “hacer reír es una cosa muy seria”.

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