La entrada del Palacete de los Duques de Pastrana, en Madrid, recuerda a la de la Moncloa. Mera casualidad que sirve al PP como tablas para reverberar su pelotón frente a los ataques de Pedro Sánchez, que en los últimos días ha audaz una ataque para romper la posición popular de los barones populares respecto a la financiación autonómica. A esas reuniones bilaterales anunciadas por el presidente del Gobierno acudirán los barones que así lo deseen, pero no negociarán ningún tipo de bondad económica, pues a ella han renunciado expresamente, como anunciaba Alberto Núñez Feijóo. «Todos los presidentes renuncian a caer en una bilateralidad tramposa», apuntó el rostro visible del PP, rodeado de todos los líderes autonómicos.
A equivocación de conferencia de presidentes, anunciada por el Gobierno ayer del verano y aún sin vencimiento concreta, el PP ha convocado este viernes en Madrid a todos sus barones. Diez presidentes, los vicepresidentes de Canarias y Baleares y los dos presidentes de las ciudades autónomas. Catorce voces diferentes que consensuaron una posición popular en torno a Alberto Núñez Feijóo para hacer frente a Sánchez.
El manifiesto firmado por todos ellos deja claros los principios por los que se regirá la negociación, que debe abordarse de forma popular en el Consejo de Política Fiscal y Financiera, y esboza unas exigencias concretas, sintetizadas en la petición al Gobierno de que frene el cupo catalán juicioso con ERC, que inyecte 18.000 de los fondos europeos a las comunidades autónomas y que convoque de forma inmediata esa conferencia de presidentes solicitada desde hace meses por los ejecutivos autonómicos. En contraposición, el PP ofrece observancia y compromiso para contribuir de forma «activa a un nuevo acuerdo que, desde el régimen popular, atienda a todos y no solo a los que quieran los independentistas».
Las palabras de Feijóo fueron aplaudidas por sus barones. Asentían especialmente Isabel Díaz Ayuso (Madrid) y María Guardiola (Extremadura) cuando el gallego hablaba de que no se pueden sostener las embajadas catalanas y los desvaríos separatistas con el moneda de todos los españoles.
Como ellas, el resto de presidentes siguieron con atención el discurso de Feijóo, que desgranó el acuerdo pillado que comenzó afeando el pacto entre el Gobierno y ERC para arruinar ofreciendo soluciones. Pocas medias concretas -más allá de esos 18.000 euros que saldrían de los fondos europeos no adjudicados-, pues eso queda para el foro popular que aún no tiene vencimiento.
«No era el momento de cuchichear de cifras, porque ni era el tablas ni tenemos los datos, pero sí que tocaba dejar claros los principios y es lo que hemos hecho», apunta a torrevieja news today uno de los barones con peso en la dirección popular. Esos principios se traducen en una irrenunciable negociación multilateral de la financiación autonómica, desdeñando totalmente el ofrecimiento del Gobierno de sellar acuerdos bilaterales, como se ha hecho con Cataluña. «No podemos salirnos del régimen popular. La igualdad y la solidaridad entre españoles es irrenunciable», señala otro de estos barones.
La reunión en este palacete de Madrid se extendió durante horas y en ella, encima de sentar las bases de esa financiación autonómica -cuya negociación aún no tiene fecha- se habló de otras muchas cosas. Génova quiso dejar clara una vez más la confianza de actividad de sus barones y se limaron las pequeñas asperezas entre ellos que habían podido surgir en las últimas horas por el mensaje de Isabel Díaz Ayuso pidiendo a sus compañeros que no acudieran a la reunión con el presidente. «La excepcionalidad de Moncloa con nosotros no tiene precedentes, pero no vamos a decirle a ningún gobierno autonómico cómo tiene que ser su relación con el presidente», señalaban fuentes del PP.