El clásico botón rojo que tienen los usuarios de teleasistencia, en forma de colgante o pulsera, ha sido la forma por la que las personas en sus casas podían avisarles en caso de caída, desmayo o alguna otra situación de peligro. Pero en muchos casos, el dispositivo estaba sobre una mesa, colgado del pomo de una puerta o en la cabecera de la cama. Lejos, en cualquier caso, de donde hacía falta. Pero esto va a cambiar con la nueva teleasistencia avanzada, que aprovecha los beneficios de las nuevas tecnologías para monitorear remotamente si el beneficiario está tomando sus medicamentos, se mueve con normalidad por la casa o si ha asistido a sus citas médicas.
La Dirección General de Atención a las Personas Mayores y Dependencia prevé poner en marcha en unos meses este nuevo servicio, que ya estará implantado a principios de 2024, afirman sus responsables, con la Consejera de Familia, Ana Dávila, al frente.
Para ello se han adquirido decenas de miles de terminales fijos y móviles, y más de cien mil equipos periféricos capaces de detectar incendios, caídas o si el ocupante de la casa realiza hasta allí los trayectos habituales.
Habrá un equipo de 450 profesionales encargados del seguimiento remoto de estos ciudadanos, y también habrá una unidad de atención móvil por cada 400 usuarios, que se encargará de realizar las visitas presenciales que sean necesarias.
Monitor
El primer paso de esta auténtica revolución en la teleasistencia se produjo este año, cuando se adquirieron los terminales y periféricos, costeados con fondos europeos. Ahora viene la segunda parte: poner en marcha este sistema en los hogares de los beneficiarios. Para ello, el Consejo de Gobierno aprobó ayer una inversión de 33,6 millones de euros para contratar el equipo de 450 profesionales que se encargará del servicio, que mejora las medidas preventivas de la teleasistencia.
Lo primero será instalar los nuevos equipos en las viviendas, lo que permitirá a la monitoreo constante de sus habitantes por el equipo de profesionales. Entre ellos, habrá terapeutas ocupacionales, fisioterapeutas, enfermeras y psicólogos, que atenderán cualquier incidencia de forma remota y también se encargarán de realizar las visitas para el seguimiento de las intervenciones.
Hasta ahora, el servicio de teleasistencia de la Comunidad de Madrid y los ayuntamientos es básico y analógico. El nuevo servicio que ahora se va a lanzar no sólo actuará en situaciones de emergencia o necesidad, sino que también tendrá un fuerte componente de prevención, ya que puede ser predictivo y proactivo, en función de los usuarios.
Por ejemplo, entre los medios tecnológicos que ahora se aplicarán a este servicio, se encuentran los detectores de humo o de incendio, que podrán avisar en los casos en los que, por descuido o accidente, se deje encendido algún quemador de la cocina, por ejemplo. Y también habrá sensores de movimiento, que podrán analizar si una persona que vive sola realiza la tarea. viajes habituales alrededor de la casa o se encuentra inmóvil en un punto fijo, lo que podría ser indicativo de un problema de salud o de movilidad como consecuencia de una caída.
También habrá detectores de fugas de gas y sensores magnéticos en puertas. Todos estos instrumentos, y otros, permitirán la supervisión remota de la vivienda, que será siempre voluntaria. Y también permitirá establecer alertas, en función de los patrones de actividad de los usuarios.
terminales
y se han adquirido 116.000 periféricos, como detectores de incendio, caídas o movilidad, para esta nueva teleasistencia avanzada
A través de este medio, el beneficiario podrá recibir recordatorios para tomar su medicación, o sus citas con profesionales de la salud, e incluso podrá recibir ayuda a domicilio para su dispensación en caso de ser necesario.
Eliminar barreras
Las administraciones asesorarán para la adaptación o eliminación de barreras arquitectónicas dentro del hogar, y también se impartirán talleres para reducir la brecha digital. Y se fomentará la creación de una comunidad virtual en la que los usuarios de estos servicios puedan desarrollar interacciones de socialización. Y está prevista una app para familiares, donde se podrán reportar incidencias en el sistema.
Habrá seguimiento telefónico permanente y bidireccional las 24 horas del día y los 365 días del año, con videoconferencia si se desea con el profesional de referencia de cada usuario. Y en situaciones de emergencia, habrá atención presencial.