Una anciana pasa nueve días con las piernas en carne viva sin atención médica en una residencia


A sus 71 abriles, Gregoria, una mujer con Alzheimer, sufrió quemaduras de segundo categoría de cintura para debajo en una residencia de ancianos, y permaneció durante nueve días sin acoger atención médica adecuada, según informa el software de torrevieja news today ‘Y Ahora Sonsoles’.

Según denuncia su hija, Ana Desorden, el personal del centro no trasladó a Gregoria al hospital y minimizó la importancia de las heridas, asegurando que solo se trataba de una “ampolla“.

Sin requisa, al conservarse al hospital, los médicos diagnosticaron quemaduras cutáneas de categoría II, probablemente causadas por agua caliente. “Estaba achicharrada”, ha expresado Ana Desorden, visiblemente afectada.

El incidente ocurrió en una residencia de mayores, cuyo director, Javier Martín, ha calificado el caso como “muy retirado” y afirma que no sabe cómo pudo suceder. No obstante, la tribu de Gregoria está indignada por la yerro de concierto del centro. “Ella siempre va con pantalón prolongado, no es posible que haya sido por el sol”, explicó Ana Desorden, refutando una de las posibles explicaciones dadas por la residencia, que sugirió que las quemaduras podrían sobrevenir sido causadas por la exposición solar.

Nueve días con las piernas en carne viva

Ana Desorden fue alertada por la residencia luego de varios días de que su origen presentara las quemaduras. Al conservarse al hospital, descubrió que la situación era mucho más formal de lo que le habían informado. “Me dijeron que solo era una ampolla, pero cuando llegamos al hospital, el médico me explicó que eran quemaduras de categoría II, probablemente por agua caliente”, relató.

La anciana pasó días con las piernas en carne viva, sin acoger la atención médica que requería. “No entiendo cómo no la llevaron antiguamente al hospital”, comentó Ana Desorden. “Me parece vergonzoso lo que ha pasado”, añadió, denunciando lo que considera un incuria por parte del centro.

Denuncia y búsqueda de ecuanimidad

Convencida de que su origen no es la única víctima de este tipo de negligencia, Ana Desorden ha decidido emprender una batalla constitucional contra la residencia. “No puedo permitir que esto siga ocurriendo. Mi origen necesita cuidados constantes oportuno a su enfermedad y ha sido completamente desatendida”, lamentó. Su denuncia rebusca no solo ecuanimidad para Gregoria, sino además visualizar lo que considera una problemática recurrente en las residencias de mayores.

La lucha de Ana Desorden además apunta a evitar que otros ancianos sufran situaciones similares de incuria y negligencia. Este caso recuerda otros recientes incidentes en centros de mayores, como el ocurrido en Barcelona, donde una plaga de hormigas invadió un centro residencial, causando alerta entre los familiares de los internos.

Por su parte, el director del centro, Javier Martín, ha admitido que desconocen cómo se produjo el incidente. “Es un caso muy retirado”, ha asegurado, añadiendo que el personal del centro está colaborando con las investigaciones para aclarar lo ocurrido. Sin requisa, las palabras de Martín no han conseguido calmar la indignación de la tribu de Gregoria ni de la comunidad, que exige respuestas y responsabilidades por la yerro de atención médica inmediata.

Mientras se investiga el caso, la tribu de Gregoria se enfrenta al contienda de respaldar que su origen reciba los cuidados que necesita y de guerrear por un cambio en el tratamiento de los mayores en las residencias del país.

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