Suena el despertador, los padres suben las persianas y preparan las mochilas: toca retornar a clase. Ocho millones de niños regresan hoy a las aulas. Ahora como siempre cada año emprender, provenir es todo un combate y por eso es bueno asimilar unos consejos.
“Triste por retornar a las clases”, dice una novato. ¿Hay ganas de regresar al cole? Luca, al que la cuesta hacer la mochila, lo tiene claro: “No”. Alejandra, antiguamente de emprender cuarto de primaria duda delante la pregunta: “Más o menos”.
La importancia de una dorso escalonada
Alejandro Galiani, psicólogo retrete, nos da algunas claves para hacer menos dura la dorso al cole: “Es muy importante hace una dorso escalonada a la normalidad y al horario escolar en los menores”. Preparar a los niños es esencial porque las primeras semanas, con el periodo de acomodo, se hacen cuesta en lo alto.
“Lo ideal es que las semanas previas al inicio del nuevo curso se haya ido ajustando paulatinamente los nuevos horarios para que la dorso al cole sea lo más sencilla y lo más asequible posible”, argumenta.
Una vez preparados, Galiani postura por apuntalar una rutina pronto: “Es fundamental que los niños y niñas tengan un horario establecido y predefinido entre semana para que ajustarse emocionalmente sea mucho más soportable”.
“Los horarios pueden ser flexibles y pueden servir de la situación, del contexto de cada último. Es importante que haya una pulvínulo global en toda la rutina y la cotidianeidad”, sentencia el psicólogo retrete.
Anticiparse al inicio de curso
En la misma cadeneta, Ignacio Civeira, psiquiatra de niño del hospital Gregorio Marañón de Madrid, apunta: “Es importante ir por delante y anticiparnos: clarificar plazo de inicio”. Apunta a “equilibrar tiempo de ocio, dotar al día de exigencias y de tareas propias del colegio. Exclusivo atención a la hora de irse a la cama”.
Sobre el sueño, Civeira opina que para los niños “ocho o diez horas de sueño son necesarias en estas edades” y asta la idea de que “organizar que el manifestación de curso es lo que toca e incluso es ilusionante ayuda a la acomodo”. E insiste: “El mensaje atractivo, ilusionante de que el colegio tiene muchas cosas buenas es existente: relaciones, nuevos amigos, dar rienda suelta a las responsabilidades”.
Dar ejemplo a los niños “favorece a que interioricen más el mensaje” explica el psiquiatra de niño del Gregorio Marañón ya que un diálogo positivo con ellos alivio la acomodo.
Por postrero, Civeira detalla que “delimitar el tiempo de pantallas y la actividad física” puede ayudar todavía más.
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