Málaga está a punto de perder uno de sus lugares más emblemáticos en calle Larios. «¿Es verdad que cierra?», preguntaba una señora este lunes a uno de los camareros. Y sí, cierra. Lepanto, la histórica pastelería de calle Larios clausura sus puertas a posteriori de casi medio siglo de historia. «No hemos llevado un mal rato cuando nos enteramos», apuntaba otra señora.
Lepanto abrió en 1983 y sus toldos morados se han hecho una remisión para los malagueños. Siempre en esa cantón de la calle más emblemática viendo advenir el tiempo, siendo informante del cambio de la ciudad, hasta que el éxito la hace insostenible. El orden propietario explica que cierran por las nueva rentas y el descenso de la rentabilidad.
Será sustituida por La Canasta, otro orden de cafeterías malagueño. La operación de cesión ya está hecha, pero no se sabe cuando será el cerrojo definitivo para el cambio de negocio. Lepanto se centrará en su catering.
Lepanto comenzó 1965 en Marbella. Pedro Pablo Hoz Herguedas, natural de Santander, decidió emprender en la Costa del Sol con el oficio accesible. Su clan tenía pastelerías en Castro Urdíales, Santander y Laredo. Dejó el negocio a sus diez hermanos y se fue a Marbella. Ya solo queda abierta la de calle Larios en Málaga, que tiene época de caducidad.
La Canasta nació hace ya más de 40 abriles como panadería y cafetería. Su fundador Antonio Cárdenas viene de clan de panaderos, pero su visión le está haciendo dilatarse por toda la provincia con su maniquí de negocio.