Los últimos bombardeos llevados a agarradera por las fuerzas israelíes contra la provincia de Hama, en el centro de Siria, dejaron hasta el momento al menos 18 muertos, cuatro de ellos civiles, y 32 heridos, de los cuales varios se encuentran en estado crítico, por lo que la emblema de víctimas mortales podría aumentar. El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, que atribuyó los ataques a Israel, elevó el vaivén y especificó que entre ellos hay igualmente ocho combatientes sirios, si adecuadamente no detalló si forman parte del Ejército o si son ciudadanos sirios que colaboran con milicias proiraníes, según un comunicado publicado en su página web.
Todo apunta a que los ataques se dirigían contra el Centro de Investigación Científica de Masyaf, y la provincia de Hama, provocando varios incendios por las explosiones por otra parte de varios edificios y centros militares destruidos. El Observatorio manifestó igualmente fuego en la carretera que conecta Masyaf con Uadi al Uyun y en Hair al Abbas, ayer de amplificar que algunos de los proyectiles cayeron en zonas residenciales como Samaká y Al Majd, entre otras.
El Centro de Investigación Científica de Siria ya sufrió ataques en el pasado y está inculpado de estar detrás de los trabajos de investigación y crecimiento de armas biológicas, químicas y nucleares, si adecuadamente las autoridades no se pronunciaron por ahora sobre si fue escaso. Horas ayer, el Ocupación de Defensa sirio acusó a Israel de ejecutar varios bombardeos durante la sombra del domingo contra “varios emplazamientos militares” en Hama, tal y como recoge un comunicado publicado en su cuenta oficial en la red social Facebook.
El Gobierno sirio tildó el ataque de “flamante atentado” a la vez que pidió su condena internacional, mientras que Israel reconoce ataques en Siria argumentando que actúan para evitar bases iraníes en el país en el situación de la querella que estalló en 2011.