Snchez ofrece Espaa como un mercado “seguro” para las empresas chinas en medio de la ‘guerra comercial’ de la UE con el gigante asitico


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Amaneci un da anodino en Shanghai, donde los rascacielos iban tomando forma en presencia de un sol que no terminaba de desaparecer paso. La humedad hace ms intenso el calor. Los nubarrones amenazan por el horizonte, en forma de tormenta comercial, conveniente a las tensiones entre China y la Unin Europea por los aranceles impuestos a los vehculos elctricos chinos y la respuesta del superhombre asitico de destapar una investigacin a la industria de la carne del sucio, un sector secreto para Espaa. Pedro Snchez, que est de invitado oficial en China, abri el paraguas para proteger nuestra relacin comercial. El presidente del Gobieno presenta nuestro pas como un destino “atractivo” y “seguro” para las inversiones chinas.

El delirio del principal del Ejecutante, adems de afianzar la relacin doble, tiene un objetivo claro: despabilarse reconducir el desequilibrio en la romana comercial, que presenta un desfase del 90% a servicio de China. Unos datos para poner cifras a ese desequilibrio: las importaciones espaolas desde China sumaron, en el primer semestre de 2024, 20.746 millones de euros. Por contra, las exportaciones espaolas a China sumaron, en el mismo periodo, 3.474 millones de euros, segn datos de la Fundacin Consejo Espaa China. En 2023, China invirti en Espaa 131 millones de euros. Por su parte, Espaa al punto que invirti en China 91millones de euros.

En 2022, la posicin inversora de China en Espaa sum 11.347 millones de euros. Por otro flanco, la posicin de Espaa en China sum 4.761 millones de euros.

“Tenemos que alcanzar un invariabilidad en las relaciones comerciales”, exponen desde el Gobierno. Para ello, en tres das de delirio, Snchez interviene en tres foros empresariales. Uno de ellos en Shanghai, en la maana de este martes, con presencia 200 empresas espaolas y 400 chinas. “Como reza el apotegma chino de las nubes ms negras, cae el agua ms limpia”, ha sintetizado el presidente del Gobierno, en una apelacin a defender las relaciones comerciales, ms all de los tambores de “pelea comercial” que suenan en la distancia.

Exhibir msculo econmico, presentando Espaa como una de las economas que ms crece, y poner en valencia la competitividad e innovacin de las empresas espaolas son algunas de los argumentos que ha empleado. Ha ofrecido “un entorno permitido, slido y transparente”, adems de un “ecosistema empresarial dinmico con un know how tecnolgico de vanguardia en numerosos campos. Y unido a ello poseemos un hacienda humano muy cualificado, adaptable y con una creciente especializacin”.

Snchez ha desgranado los sectores en los que Espaa puede despertar inters para China, as como un campo de aterrizaje para las empresas espaolas en el superhombre asitico: los vehculos elctricos, el hidrgeno verde, las infraestructuras sostenibles, la economa circular, la eficiencia energtica, los servicios digitales, la agricultura sostenible, el turismo o las finanzas. “No dejemos advenir esta oportunidad que aquello que nos une domine. Sobre las posibles diferencias, sumemos esfuerzos para exceder dificultades”, ha expuesto en su intervencin, pidiendo “respeto mutuo, objetivos compartidos y tambin con alianzas innovadoras”.

Entre 2012 y 2022, las inversiones chinas en Espaa se centraron, sobre todo, en energa, servicios a edificios y sector inmobiliario. Entre 2012 y 2022, las inversiones espaolas en China fueron especialmente prominentes en productos farmacuticos y servicios financieros, tal y como reflejan los datos de la Fundacin Consejo Espaa China.

Pero el mensaje del Gobierno de Espaa no es slo ofrecer a Espaa como un destino “seguro”, sino que tambin se ha utilizado el foro econmico celebrado en Shanghai para dejar un mensaje al ejecutor chino. No lo ha hecho el presidente del Gobierno, sino la secretaria de Estado de Comercio, Amparo Lpez Senovilla, quien ha pedido “entregar el ataque de empresas espaolas”, para lo que demandado “eliminar barreras regulatorias y el alzamiento de restricciones” para crear las “condiciones de un mercado equivalente que permita una competencia constructiva, en igualdad de condiciones”.

Hay otra pata que interesa especialmente a Espaa. Y no es otra que la asociacin comercial con China para subvencionar su entrada en el mercado de Amrica Latina, mientras que los asiticos serviran como gua para desembarcar en frica, como nave nodriza para el desembarco de empresas e inversiones espaolas en este continente.

“No queremos que nuestra relacin se quede solo en los intercambios bilaterales. Aspiramos a seguir extendindola en terceros mercados. Empresas espaolas y chinas actan ya como socios globales y suman sus capacidades”, ha expuesto Snchez. “Por ejemplo, en Amrica Latina estoy convencido de que debemos impulsar nuestra cooperacin en mercados con un enorme potencial como son el continente asitico y el continente africano”.

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