Desde las 8.30 pululaban por el centro coches y agentes de la Policía. En breve, en los colegios de la zona, como en los del resto de la ciudad, iban a retornar a clase los alumnos de Pueril, Primaria y Educación Particular. En total, 61.141 niños y niñas que han contado con el festivo del lunes como zaguero premio ayer del retorno de la rutina, los estudios y los deberes. A partir de la semana que viene, con los de ESO, Bachillerato y FP, llegarán a sumar más 155.922.
Uno de los puntos que representa como pocos está etapa, se encuentra en la confluencia de la calle Santa Vencimiento con la plaza de la Compañía. Allí se dan cita, uno frente a otro, el colegio Santa Vencimiento y La Inmaculada. Las palabras bullicio y jolgorio se quedan cortas para describir las escenas de envés, con las entradas de uno y otro centros llenas de padres e hijos prestos a reencontrarse con sus compañeros o adecuadamente conocerlos si acuden por primera vez al extensión. «Hay poco nuevo, el trabajo de las Matemáticas», ha detallado el director pedagógico de Pueril y Primaria del colegio Santa Vencimiento, Felipe Muñoz Vaquerizo. «Tenemos que trabajar el razonamiento desde Pueril hasta el Bachillerato de una forma específico».
De esta modo, y tras la habilitación del primer día, las mentes de los más pequeños y el resto de jóvenes alumnos se empleará especialmente para esta asignatura, oportuno, como ha explicado Muñoz Vaquerizo, a los malos resultados españoles de los informes PISA: «Hace dos primaveras surgieron las recomendaciones de trabajar más a fondo la ojeada, y el año pasado han entregado un toque con las Matemáticas a raíz de los informes PISA y las pruebas de diagnosis, que este año han vuelto». Este será, por consiguiente, el año de las matemáticas, pero el primer día es un día específico, de transición, ni ocio ni hábil, es un día de saludos y ponerse al tanto de lo realizado en verano.
La profesora de 1º de Primaria en el Santa Vencimiento, Yolanda Jiménez ha especificado que a los alumnos los reciben, para que se conozcan y todavía al colegio, en el patio de la palmera que hay tras la entrada del centro: «Ellos vienen de Pueril, que es un módulo distinto. Nosotros les enseñamos a qué clase tienen que ir y el camino diario que han de realizar». Por su parte, la directora de Santa Vencimiento, María Amelia Vidal, ha recordado que a los que vienen nuevos en cualquier curso «se le recibe en el salón de actos ayer de suceder a las tutorías».
Muchos padres aprovechan para entrar con sus hijos en el colegio, dejando a espaldas la multitudinaria entrada. Y de paso inmortalizan con fotos ese momento del inicio de curso. Es el caso de Rocío Carmona, que fotografía a su hija, Yolanda Urbano: «Ella tenía muchísimas ganas de retornar, empieza el primer año de Primaria y llega con mucha emoción». Sergio García lleva a su hijo Álvaro, que se incorpora al Santa Vencimiento procedente del Calasancio, o sea, que es su primer día y en un colegio desigual. Este padre ha señalado entre risas que se toma la envés al cole «como una independencia».
En el cercano colegio la Inmaculada se repiten las escenas. En este centro han optado por variar sutilmente los horarios para evitar tapones. Y así, los alumnos de Primaria han entrado a las 9.30 de forma inusual para evitar el madrugón. Y los más chicos de Pueril van entrando por tiempos e incluso en diversos días para adaptarse mejor.
El director de la Inmaculada, Juan Campo, ha descrito este día de envés: «Hacemos la presentación, saludamos a las familias, y durante este día están los tutores con los alumnos para presentar a los nuevos y las clases, es como una toma de contacto». Con la responsable de secretaría, Laura Arrebola, dando la bienvenida en la puerta del colegio, empieza todo un trasiego de padres y niños en dirección a las clases. Una de las principio, Ángela María Rueda, lleva a su hijo, Víctor Manuel Trujillo, de sexto de Primaria: «Este día es una mezcla, porque por una parte ya tenían demasiado tiempo huido y, por otra, es bueno que entren de nuevo en la disciplina».
Tesina propio
Con respecto a las Matemáticas que van a marcar este curso, el colegio La Inmaculada ya puso en marcha ayer de las recomendaciones del Gobierno un plan propio, Idea 5.0, fruto del trabajo de la Fundación Diocesana Santos Mártires y el Patronato Reales Escuelas Pías La Inmaculada. Este maniquí es más amplio que su seto a las matemáticas, puesto que llega a lo lingüístico y a la citación neurodidáctica.
Las profesoras Ángela Herrero y Estefanía Montes desgranan las siglas que encierra esa Idea (integrador, digital, excelencia y activo). «Un chico que vive lo que estamos trabajando, lo recuerda, el que lo aprende sólo de memoria seguramente lo va olvidando». Con este método no olvidarán esos conocimientos matemáticos que tanto se resisten a veces a edades tempranas por su arduo carácter.
Y lo que no olvidarán con seguridad los niños, sobre todo los que se incorporen por primera vez al colegio y sea en Pueril o Primaria, será este primer día de clase. Y si se olvidase para eso están las docenas de fotos sacadas por sus padres o abuelos en esta particular fiesta que mañana ya se convertirá en instrucción y estudio.