Las cárceles de Reino Unido están saturadas de ahí que las autoridades hayan puesto en marcha un plan para liberar a 1.750 reclusos. Esta situación no es poco nuevo, el primer ministro, Keir Starmer, considera que se tráfico de una “herencia” aunque todo se agravó tras los disturbios desatados a finales de julio por el homicidio de tres niñas en Southport, Inglaterra.
Entonces más de mil personas fueron detenidas aumentando la presión de las dependencias policiales y penitenciarias.
Esta iniciativa plantea liberar a los reclusos que hayan sido condenados con penas inferiores a los 5 abriles de prisión y que en este momento lleven cumplida al menos un 40% de la misma. Starmer ha insistido en que se revisarán los distintos casos y en ningún caso quedarán libres “presos de stop aventura”. En este plan no se contempla la fuga de aquellos reos que hayan sido condenados por delitos violentos con penas de al menos cuatro abriles, así como delincuentes sexuales o condenados por despotismo doméstico.
Asegura el primer ministro que resolver la presión de las cárceles durante los disturbios de verano “fue muy difícil” y advierte que de no tomarse medidas al respecto el sistema entraría en “una crisis absoluta”. En agosto, el ejecutor puso en marcha la ‘Operación Amanecer Temprano’ que permitía a los retenidos en celdas de comisarías no tener que comparecer frente a un tribunal hasta que no haya una plaza adecuado en una prisión.
“Es una obligación básica de cada Gobierno respaldar que haya suficientes plazas para que las personas condenadas puedan ir a prisión”, afirmó Starmer luego de publicarse el circunstancia que indica que la población penitenciaria de Inglaterra y Gales alcanzó los 88.521, un circunstancia sin precedentes históricos.
El primer ministro apuntó a la etapa del gobierno conservador como principio del problema. El inicial Gobierno no construyó las cárceles que necesitábamos” y ahora estos centros están “saturados”, ha lamentado. En la misma crencha se ha pronunciado el Ministro de Comercio, Jonathan Reynolds, en una entrevista en Sky News. “De todos los escándalos que hemos heredado, el estado del sistema penitenciario y contencioso es probablemente el peor de todos y es una valor difícil”. Martin Jones, inspector dirigente de los servicios de confianza condicional todavía compartió con los medios que “las prisiones están cerca del 100% de su capacidad”.
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