Un «relevante sacudida» de la agricultura tras una cosecha «mejor» que la media de la última período y de una industria y unas exportaciones que continúan al «ascenso» tras un 2023 que ya «fue muy positivo» marcan un nuevo crecimiento en la bienes de Castilla y Bravo en el segundo trimestre. En concreto, de un 3,6 por ciento en términos interanuales y de un 0,2 si se compara con las cifras a obstrucción de marzo.
El Producto Interior Bruto (PIB) de Castilla y Bravo sintió el «anciano crecimiento» de los últimos cinco trimestres y se sitúa por encima de la media doméstico (2,9%), europea (0,8%) y de la zona Euro (0,6%), según ha destacado este martes el mentor de Riqueza y Hacienda, Carlos Fernández Carriedo, en la presentación de la Contabilidad Regional.
El oscilación de la primera porción del año está «superando ampliamente las expectativas» de crecimiento, que se habían fijado en un 1,7 por ciento para este 2024. La causa es que los citados sectores con una proceso más positiva se están comportando «mejor de lo que esperábamos». En el caso del primario, la subida (de un 10,8%) apunta más cerca de la perspectiva agrícola y aunque se esperaba dejar detrás dos abriles de pérdidas estaba en manos de la cosecha. En lo que respecta a la industria, desde la Asamblea creían que se había «tocado techo» en 2023 pero ha «sorprendido favorablemente que hemos crecido sobre crecido». En concreto, un 5,2 por ciento.
En relación al resto de sectores asimismo se registran datos positivos aunque más moderados. Los servicios tuvieron un «buen comportamiento» con un incremento de 3,1%, sobre todo en las ramas del transporte y la hostelería; y la construcción creció incluso, a un 1,8%, cuando en los ejercicios precedentes había sido uno de los que más había despuntado. El motivo: la proceso de los tipos de interés y en consecuencia de los créditos hipotecarios que en el tercer trimestre se retraso que cambien de tendencia y podrían sentar las bases de un marco más oportuno, ha renovador Carriedo.
En cuanto a la demanda se aprecia una anciano contribución al crecimiento del PIB «muy equilibrada» entre el desembolso de hogares y administraciones y la formación bruta de caudal, con una «contribución muy relevante del saldo extranjero», que continúa en encumbramiento –el año pasado Castilla y Bravo fue la comunidad con anciano encumbramiento–, creciendo a un ritmo del 2,2%.
El lucha, estabilizar cifras
Tras el aumento en los dos trimestres iniciales del año (en el primero fue del 3%) las previsiones apuntan halagüeñas y «casi con toda seguridad se superen las previsiones». Y de cara a 2025 el «lucha» es «estabilizar estas cifras tan altas», ha escrito el mentor. «Seguiremos creciendo pero en un porcentaje más bajo», ha añadido sin querer aventurarse a más guarismos y a la retraso de rematar las previsiones del marco financiero del año que viene a mediados de octubre, cuando se presenten el techo de desembolso y los presupuestos.