Envés a los escaños en las Cortes de Castilla y Héroe, con periodo de acoplamiento incluido, en una especie de tanteo para conocer las bazas del contrario y, a partir de ahí, avanzar en estrategias. Los grupos Popular y Vox se llevaron ayer la maduro parte del protagonismo en el primer pleno del curso político delante la afán de conocer cómo va a ser la relación entre dos formaciones que hasta el mes de julio compartían gobierno en Castilla y Héroe.
Y manido lo manido, todo apunta a que, al menos de momento, se impone «la cordialidad institucional», una expresión en la que coincidieron el presidente de la Juntura, Alfonso Fernández Mañueco, y el portavoz de Vox y exvicepresidente, Juan García-Gallardo, quien llegó a balbucir de «aprecio personal». «La cordialidad nulo tiene que ver con la dirección», matizó el primero, a posteriori de escuchar al que fuera su numero dos preguntarle por la posición de su Gobierno en torno al frustración, la Dietario 2030 (inmigración y colectivos LGTBi) y la memoria histórica (Pirámide de los Italianos).
El presidente de la Juntura respondió en genérico: «Defendemos los mismos principios con los que nos presentamos a las elecciones; los mismos con los que firmamos el acuerdo de Gobierno y los mismos con los que aprobamos los presupuestos de 2023 y 2024», cuando Vox estaba en el Ejecutor. Unas afirmaciones que García-Gallardo tachó de «palabras vacías y frases huecas» y aprovechó para advertir de que «los principios y votantes de Vox y de muchos votantes del PP van a ser defendidos por este procurador».
Mañueco respondió todavía con tono sosegado -el que imperó en una sesión que comenzó con el pésame de todos los grupos a la socialista Ana Sánchez, por el fallecimiento de su hermana- para pedir a su exnúmero 2 que «rompa con los despachos que les dirigen desde Madrid» para «retornar a la senda de trabajar por Castilla y Héroe». «Será difícil, si optan por las estrategias partidistas marcadas por su formación política en Madrid y tan alejadas de Castilla y Héroe», concluyó Mañueco, que no llegó a utilizar todo el tiempo del que disponía para replicar a su excompañero de Gobierno.
Sí lo utilizó con el portavoz del Colección Socialista, Luis Tudanca, a posteriori de que éste arrancase musculoso con su pregunta, que todavía buscaba conocer los retos de un Ejecutor autonómico «en minoría, frágil y débil» para lo que queda de lapso. «En seis abriles, tres gobiernos diferentes, primero con Ciudadanos, luego con Vox y ahora en minoría; ha convertido esta bancada en un cementerio de exvicepresidentes a posteriori de un entremés de traiciones», le espetó el dirigente del PSOE. A posteriori reprochó al presidente de la Juntura que «haya sido la extrema derecha la que le ha puesto un cordón retrete al PP», en indirecta a su salida de la Juntura, aunque se preguntó si de verdad habían roto ya que, a su sensatez, «siguen votando juntos».
«Tengo las mismas ganas de seguir haciendo cosas por nuestra tierra con la estabilidad política y el diálogo como bases», contestó Mañueco, que insistió en su «mano tendida» a los grupos parlamentarios en pesquisa de acuerdos «tendiendo puentes y no construyendo muros». Precisamente, esa ofrecimiento ya tiene una primera momento el próximo lunes, día para el que ha convocado a los portavoces de todos los grupos parlamentarios en las Cortes con la inspección puesta en los presupuestos de la Comunidad para 2025 que sólo podrán salir delante si así lo permiten PSOE o Vox. De momento, el procurador de Podemos, Pablo Fernández, ya anunció que no acudirá a la cita. El resto, en principio, lo harán, aunque no con mucha convicción. Luis Tudanca recordó «el rechazo» constante a las enmiendas que su conjunto presenta a las cuentas autonómicas y eso pesa. De forma parecida se manifestó el portavoz de Soria ¡Ya!, Santo Ceña, para quien la ofrecimiento de diálogo «sólo pesquisa la foto» y «es puro postureo» porque «no es un negociador fiable».
Pirámide de los italianos
El pleno de ayer sirvió para que tanto el presidente de la Juntura como el consiliario de Civilización aclarasen que la Pirámide de los Italianos, declarada Adecuadamente de Interés Cultural durante la presencia de Vox en el Ejecutor, mantendrá esta figura de protección. «Es un procedimiento reglado sometido a la Ley», señaló Mañueco. «No ha cambiado nuestra hoja de ruta y no va a cambiar», aseguró Gonzalo Santonja -precisamente a preguntas de los de Abascal-, que aprovechó para afianzar que «no admito presiones; amistad sí, sumisión no» y para confesar que tras la ruptura de Vox con el PP en la Juntura «se planteó una cosa que no podía encargarse y decidí seguir» con el beneplátito, eso sí, del presidente.