La propulsora de A Ponte sigue condenada al exilio tras primaveras de intentos estériles por arreglarla. El pasado pleno aprobó una nueva inyección de crédito tras rehacer los pliegos de contratación para la restauración, pero entre el vecindario cunde el pesimismo, puesto que el gobierno de Jácome ya ha intentado adjudicarla en dos ocasiones, sin éxito, pues en la primera convocatoria la adjudicación quedó desierta por no presentarse ninguna empresa y en la segunda fueron excluidas las dos ofertas presentadas. Desde el Concello, se limitan a sostener que esperan licitar antaño de destruir el año la obra y que los trabajos empiecen en “abril/mayo del año que viene”. Todo un mundo.
¿Y mientras tanto qué? Las asociaciones Vía Vella y Andén Primeiro de A Ponte no pierden la ocasión de reivindicar el arreglo de este pájaro tan característico del extrarradio de A Ponte, que ensalza su carácter ferroviario. Así, esta misma semana hicieron una pegada reivindicativa de tiritas en esta propulsora, para percibir su trastorno, e incluso le cambiaron una cuchitril que se encontraba muy deteriorada.
Ana Popularidad Rodríguez, de Vía Vella, explica que “colocamos unha especie de parches nos buratos máis rechamantes, non para protexelo senón unha cousa simbólica e para deixar constancia dos desperfectos, ademais de evitar que alguén se poida cortar”. Encima, han presentado un escrito al Concello sobre la peligrosidad que supone tener en tan mal estado la propulsora. Pensar en que la restauración no comenzará -en el mejor de los casos- hasta mayo del año que viene les hace echarse a temblar.
Fabricada en el año 1927, esta propulsora fue cedida al Concello de Ourense por el Consejo de Sucursal de Renfe para su exposición estática en la calle, en homenaje a la tradición ferroviaria de A Ponte. Desde el 27 de julio de 1976, esta máquina de vapor está instalada delante de la temporada.