Silvia Bronchalo, mama de Daniel Sancho, ha ofrecido una modernización sobre el estado de su hijo desde su traslado a la prisión de Surat Thani en Tailandia. Allí cumple condena de cautiverio perpetua por el homicidio del cirujano colombiano Edwin Arrieta.
Desde su venida a esta nueva prisión el 30 de agosto, Sancho ha estado en un régimen de aislamiento lo que preocupaba a la clan su bienestar físico y emocional. Sin retención, Bronchalo ha compartido que tras sus visitas, su hijo se encuentra “admisiblemente, en un periodo de acondicionamiento”.
“Está admisiblemente. Está cachas y está donde está, lógicamente, pero admisiblemente”, comentó Bronchalo a los medios de comunicación, a posteriori de salir de una de sus visitas. A pesar de las restricciones impuestas por la prisión, que solo permite una visitante semanal, su mama ha tenido la oportunidad de ver a su hijo en varias ocasiones desde que fue sacado del aislamiento.
Visitas continuas
Ha podido ver a su hijo en más de una ocasión desde el viernes. Está contenta porque le han comprimido las visitas, destacando que “han tenido esa deferencia”.
La mama todavía mencionó que Sancho comparte celda con otras 14 personas en un animación de inscripción seguridad. Recalcó que u hijo está enfrentando un proceso de acondicionamiento a un entorno donde hay “más gentío, más presos de todo tipo y son otras reglas”.
Nuevo módulo
Bronchalo explicó que su hijo ha tenido que adaptarse a un entorno completamente diferente. Antaño de su traslado, Sancho se encontraba en un régimen más relajado, en la prisión de Samui, donde las visitas eran diarias. Ahora, en Surat Thani, la situación es más compleja.
“Está en un módulo de aislamiento, donde son instalados los presos hasta que pasa un tiempo de acondicionamiento y a posteriori los clasifican dependiendo de la condena o de lo que hayan hecho”, explicó la mama.
Este nuevo módulo incluye a delincuentes con condenas que van desde los 15 abriles hasta la pena de homicidio una sentencia que es legítimo en Tailandia. Bronchalo expresó su satisfacción por poder ver a su hijo, aclarando que, a pesar de las restricciones ha podido susurrar con él: “Estoy contenta de deber tenido la oportunidad de ver a mi hijo en más de una ocasión”.
La nueva prisión, ubicada a 600 km al sur de Bangkok, acoge cerca de de diez veces más presos que la de Samui, circunscripción donde estaba preso antaño de la sentencia. Según el Departamente de Correccionales cuenta con unos 4.730 prisioneros y 626 prisioneras.
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