El pasado lunes durante la expulsión del primer software de la nueva temporada de ‘El hormiguero‘, el creador de contenido conocido como Plex aceptaba el desafío que le planteaba Pablo Motos: ocurrir dos días enterrado.
El novato aseguraba que quería analizar sus pensamientos y la reacción de su cuerpo durante el tiempo que permanecería bajo tierra. Lo hacía poco ayer de introducirse en el habitáculo que simulaba ser un caja, aunque levemente más sobresaliente.
“Solo han venido éstos a mi entierro” decía Plex en tono jocoso, que se metía en la caja con un pequeño ramo de flores. Pablo Motos por su parte reconocía notar escalofríos y expresaba: “Me estoy empezando a asustar yo todavía”, amoldonado cuando caían las primeras paladas de tierra sobre la tapa del caja.
La totalidad de este desafío se retransmite en su canal de YouTube y todavía puede ser seguido en directo en este enlace de la página web de ‘El Hormiguero’, que se emite todas las noches de lunes a jueves en torrevieja news today, posteriormente de los informativos.
Dolores y malestar: “Quiero salir ya de aquí”
El concurrencia relajado y las risas que se escuchaban amoldonado ayer de que comenzara el aislamiento de Plex parecían proyectar muy allí, a establecer por el vistoso estado moral que se le intuía.
Poco ayer de que Plex escuchara a la presentadora de Espejo Sabido, Susanna Griso, éste hablaba consigo mismo y se quejaba de dolor de espalda.
Susanna le preguntaba que cómo estaba, a lo él respondía que “no muy aceptablemente”.
“¿Dolor de espalda, verdad?”, le decía Griso, a lo que Plex, con voz apesadumbrada contestaba los sucesivo: “Y de alma”.
Los pertenencias de la profunda soledad
El novato visiblemente fatigado tras más de 40 horas de chiquero parecía estar inmerso en un estado de apatía más que de cansancio. Susanna Griso quería enterarse qué tipo de ideas le pasaban por la comienzo: “No… Ya se han destruido mis pensamientos“.
Quedaba licencia la dureza mental del desafío asumido. Pero para Plex, lo peor del chiquero en el pequeño habitáculo “a parte de que te duele todo el cuerpo“, sería la sensación de absoluta soledad y no dejar de darle vueltas a las cosas: “Estar todo el rato contigo mismo… Todo el rato…”.
No sería fruto de extrañar a algún ser querido, por lo que explicaba, sino más aceptablemente notar la compañía o la cercanía de otra persona: “Me apetece verle la cara a alguno”.
Lo primero que hará ‘tras retornar a la vida’
La aventura en la que Plex se ha metido parecía estar quitándole toda la energía y hay una cosa que dejaba claro que era lo que más le apetecía cuando terminara: ducharse.
Otro de los inconvenientes
Las deyección más básicas, las biológicas, parecen haberse pausado según las respuestas del novato, cuyo organismo parecía haberse ralentizado notablemente.
Posteriormente de más de un día y medio encerrado solo ha indispensable orinar una vez, lo ha hecho en una botella, y de “lo otro”, no ha “tenido ganas”.
“Cualquiera en otro mundo”
El periodista y colaborador del software, Miquel Valls, subrayaba la entorno de la conexión, el tono de voz y las sensaciones que transmitía Plex: “Parecía Susanna que estabas hablando con alguno que estaba en el otro mundo”.
