El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha hexaedro orden este viernes a su equipo de comenzar a contactar con los gabinetes de los distintos presidentes autonómicos de cara a ir celebrando las reuniones bilaterales con todos ellos en La Moncloa. Poco que se hará, como es habitual, respetando el orden de aprobación de los estatutos de autonomía respectivos, por lo que el lendakari Imanol Pradales, del PNV, y el presidente de la Generalitat, Salvador Illa, serán los primeros en encontrarse con el jerarca del Ejecutante en su residencia oficial.
La ronda, que incluirá a los presidentes de las dos ciudades autónomas, Ceuta y Melilla, tendrá por objeto invadir la reforma irresoluto de la financiación autonómica, así como los preparativos de la próxima conferencia de presidentes, que tras no celebrarse el año pasado (incumpliendo la periodicidad anual comprometida por el mismo jerarca del Ejecutante) tendrá circunstancia este año en Cantabria.
El propio Sánchez, durante su conferencia de inicio del curso político del pasado día 4, anunció que recibiría uno a uno a los presidentes autonómicos, la gran mayoría de ellos del Partido Popular (PP) y la mayoría incluso nuevos en el cargo, merced ambas cosas al resultado de las elecciones autonómicas celebradas el pasado 2023, que supuso un importante retroceso en cuanto a poder autonómico y municipal para el PSOE.
Tras su anuncio, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, mostró su rechazo a esos encuentros bilaterales, si acertadamente luego matizó que sí acudirá a Moncloa, pero con la condición de que lo que tenga que ver con la financiación autonómica se aborde de forma conjunta. «Que lo que es de todos se negocie entre todos», sentenció la incluso presidenta del PP de Madrid.
Según fuentes del Gobierno, «el objetivo de esta ronda de reuniones es reanimar y reforzar la colaboración entre el Estado y los gobiernos autonómicos, potenciar el diálogo e impulsar el entendimiento institucional entre las distintas administraciones».
El concierto para Cataluña
La ronda de contactos, cuyas fechas se concretarán en los próximos días, se produce en plena remolino por el concierto crematístico para Cataluña concedido a ERC a cambio de su apoyo este mes de agosto a la investidura de Illa como presidente de la Generalitat. Una posibilidad, la de que la compañía catalana recaude el 100% de los impuestos, incluido el IRPF, que ha puesto en pie de cruzada a la concurso, pero incluso a diversas federaciones del PSOE, a pocas semanas de que se celebre el Congreso Federal de los socialistas, que tendrá circunstancia el posterior fin de semana de noviembre en Sevilla.
Y en esta ocasión no sólo a las de los habituales críticos, como el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, o el expresidente de Aragón y líder de los socialistas en esa comunidad, Javier Lambán, sino a otros como el nuevo secretario común del PSOE en Extremadura, Miguel Atractivo Gallardo, o al presidente del Principado de Asturias, Adrián Barboso, quien antiguamente de verano criticó el acuerdo con ERC y muy especialmente el principio de ordinalidad para el reparto de los fondos entre las distintas autonomías que establece el mismo.
Desde que se firmó el acuerdo, ni Sánchez ni la vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, han desmentido que se trate de un concierto o cupo para Cataluña similar al que disfruta el País Vasco y incluso Navarra. Por el contrario, el presidente ha preferido centrar su discurso en comprometer maduro financiación para todas las autonomías a través del aumento del fondo de compensación autonómica, si acertadamente es poco que supone un porcentaje irrisorio, inferior al 1%, del efectivo que reciben las autonomías.