“Le dije que no, que la dejara. Pero no había manera. Los cuatro nos alejamos y él se acercó al coche cubierto de sangre y dijo: ‘Le corté el cuello'”. La confesión de Michael Murphy, señalando al cabecilla del complot, enervó aún más al detective Kennedy quien, tras conocer el informe de la autopsia, Sabía que el joven estaba mintiendo sin razón.
El niño, en connivencia con otros cuatro niños, golpeó, violó y torturó hasta la muerte a la joven Anita Cobby y arrojó su cuerpo desnudo y mutilado en un prado. Violación en grupo a manos de Manada de reina de belleza Conmocionó a la opinión pública y lo sucedido fue calificado como “el asesinato más salvaje y diabólico jamás conocido”. Desde entonces, sus nombres forman parte de la infamia nacional.
Historia criminal
Antes de perpetrar esta barbarie, los cinco niños eran delincuentes de poca monta y apenas se ganaban la vida en los suburbios del oeste de Sydney. John Travers, el líder del RebañoTuvo una infancia desestructurada en familias de acogida y continuos ingresos en centros de menores por peleas y robos, además de problemas con el alcohol y tendencia al bestialismo y al maltrato animal. Parece que incluso disfrutaba degollar a los animales después de forzarlos sexualmente.
Su gran amigo de la infancia y cómplice, Michael Murdoch, tuvo una adolescencia muy parecida a la de John con adicción a drogas como el cannabis y continuos ingresos en centros de detención de menores.
John Travers, líder de la ‘Manada’ que mató a Anita Cobby
Por su parte, los hermanos Murphy, Michael, Gary y Leslie, no estaban desencaminados en cuanto a su carrera criminal, ya que pertenecían a una familia de delincuentes muy “conocida por la policía”. Los Murdoch, aparte de tener mal carácter y ser sumamente violentos, se dedicaban a los robos, principalmente de vehículos.
Y, un día, mientras andaban por los hoteles de Doonside fumando porros y bebiendo alcohol, John y Michael se toparon con ellos. A partir de ahí, se llevaron bien y formaron una pandilla.
Michael Murdoch, miembro del ‘Beauty Queen Pack’
El grupo comenzó a delinquir juntos y a realizar pequeñas agresiones, pero su golpe final llegó cuando una noche decidieron atacar y secuestrar a una joven que regresaba sola a casa. Fue entonces cuando se convirtieron en una manada de lobos.
Solo en casa
Anita Cobby, de soltera Lynch, era una licenciada en enfermería de 26 años que trabajaba en el Hospital de Sydney y estaba separada de su marido en el momento del crimen. Durante su adolescencia, la víctima había participado en varios concursos de belleza, ganando uno de los concursos, Miss Western Suburbs, en 1979. Aunque tenía una prometedora carrera como modelo, Anita decidió seguir los pasos de su madre Grace, quien era enfermero. .
La noche del coche, sobre las 22.00 horas del 2 de febrero de 1986, Anita terminó de cenar con sus compañeros en el hospital (su turno ya había terminado), y se dirigió a casa de sus padres, donde vivía tras el divorcio. Tomó el tren y, al llegar, llamó a su padre desde una cabina para que la recogiera en la estación. Era su rutina habitual.
Anita Cobby, ganó un concurso de belleza y fue Miss
Sin embargo, a pocos metros de ella, un coche HT Holden Kingswood con cinco ocupantes en su interior divisó a la joven en el teléfono público, redujo la velocidad y, de repente, dos jóvenes salieron corriendo para agarrarla y obligarla a entrar. Anita comenzó a gritar y trató de resistir a sus atacantes.
En ese momento, un niño escuchó los gritos de la joven desde el otro lado de la calle y corrió a ver qué pasaba. A pesar de no llegar a tiempo para identificar a los ocupantes, sí logró ver la marca del vehículo con el que huyeron. Inmediatamente, la madre del testigo llamó a la policía y minutos después varios patrulleros se presentaron en la zona.
Anita Cobby, brutalmente asesinada
Para entonces, los jóvenes se habían escondido con las luces apagadas en medio de un prado para no ser vistos. Eso les funcionó, porque las autoridades no pudieron localizarlos a tiempo para evitar la tragedia. Una vez pasado el peligro de ser capturados, John, Michael y los hermanos Murphy golpearon a la víctima con garrotes y la violaron brutalmente, uno tras otro, y sin dejar de golpearla. El calvario duró unas dos horas.
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En un momento y, según declaraciones de los implicados, John le degolló a Anita para impedir que los identificara: la enfermera les había visto las caras perfectamente. Tras el asesinato, abandonaron el cuerpo desnudo y maltratado cerca de una alambrada, junto a un prado de vacas y huyeron. Dos días después, un granjero encontró el cuerpo.
El prado donde fue encontrado el cuerpo sin vida de Anita Cobby
Debido a la gravedad de las heridas y la casi decapitación de la mujer, la policía sólo pudo identificar a Anita por su característico anillo de bodas de estilo “ruso”. La enfermera todavía lo cargaba, a pesar de haber estado separados por un tiempo.
A partir de ese momento, la noticia del cruel asesinato se difundió masivamente y la opinión pública quedó en shock: era urgente buscar al autor o autores de aquella barbarie antes de que la ira se apoderara del pueblo. Por esta razón, el gobierno de Nueva Gales del Sur incluso ofreció una recompensa de 50.000 dólares a quien aportase información que condujera a un arresto.
la detencion
Mientras tanto, los investigadores recrearon el asesinato con un policía que se hizo pasar por la víctima esa noche: necesitaban que los pasajeros y posibles testigos recordaran cualquier detalle para resolver el caso. Tres semanas después, un informante policial dio la ubicación de un Holden robado, el mismo vehículo utilizado por los asesinos, lo que centró las investigaciones en los implicados.
La policía se dio cuenta de que todos tenían un largo historial de violencia y delitos menores, y que uno de ellos, John Travers, se jactaba de portar un cuchillo. El 21 de febrero, John Travers y Michael Murdoch, de 19 años, y Leslie Murphy, de 22, fueron arrestados en la casa de un familiar del cabecilla.
Gary Murphy, durante el arresto con los pantalones mojados
John fue acusado del robo del vehículo y llevado a la comisaría para ser interrogado, mientras que Michael y Leslie quedaron en libertad bajo fianza. Ahora, la policía sabía que los dos menores (en Estados Unidos la mayoría de edad es 21 años) ocultaban algo, por lo que convencieron a la tía de Travers para que se pusiera un micrófono y arrancara una confesión tanto a su sobrino como a su amigo. Miguel.
El 24 de febrero de 1986, mientras una multitud enojada se reunía frente al tribunal de Bankstown, los tres niños fueron acusados formalmente del asesinato de Anita Cobby. Pero los otros dos miembros del equipo estaban desaparecidos. RebañoGary y Michael, de 28 y 33 años respectivamente, que aún se encontraban prófugos de la justicia.
Michael Murphy se tapa la cara con las manos una vez arrestado
Gracias a la cobertura mediática del caso y a que sus rostros aparecieron en las portadas de todos los periódicos y noticieros del país, un ciudadano dio el dato y señaló el lugar donde se escondían. Una vez captada, hubo una imagen que dio la vuelta al mundo: la de Gary Murphy con el pantalón mojado en la entrepierna.
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Luego vinieron las declaraciones y acusaciones contradictorias, siempre dirigidas a la misma persona, John Travers. Michael Murphy quería dejarle claro al detective Ian Kennedy durante el interrogatorio: Travers le había cortado el cuello a Anita. “Es un maníaco”, le dijo.
El ambiente que se sintió en ese momento en la comunidad fue de indignación y rabia: se realizaron manifestaciones donde la gente pidió el restablecimiento de la pena de muerte.
El ‘juicio del siglo’
El 16 de marzo de 1987 comenzó el juicio contra los cinco acusados en la Corte Suprema de Darlinghurst, en lo que llegó a denominarse “el juicio del siglo”. La prensa ocupó gran parte de los asientos de la sala, nadie quiso perderse detalle cuando llegó el turno de hablar de los presuntos asesinos.
El fiscal Alan Saunders describió en detalle la terrible experiencia de Anita Cobby como “degradación sostenida, lujuria brutal y desenfrenada que culminó en uno de los asesinatos más salvajes y brutales que el Estado haya conocido”. Y llamó a los acusados “cobardes sin corazón”.
Los medios se agolpan a las puertas del juzgado para cubrir el juicio contra la ‘Beauty Queen Pack’
La defensa de los acusados, excepto la de John Travers, se centró en señalar al cabecilla como el único culpable de la muerte de Anita Cobby y, por tanto, actuar por su cuenta y ser el único en portar el arma y cortar el paso. cuello de la víctima. Sin embargo, el tribunal responsabilizó a todos del asesinato. Travers como autor del crimen, pero el resto como cómplices del crimen dada su gravedad.
Así, el 10 de junio, el jurado declaró culpables a John Travers, Michael Murdoch y los hermanos Murphy de los cargos de agresión sexual y asesinato, y fueron condenados a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional.
Los hermanos Murphy, una vez arrestados
Durante la lectura del veredicto, el presidente del Tribunal Supremo, Alan Maxwell, dijo entre lágrimas después de tomar un sorbo de agua para recuperar la compostura: “Este fue un asesinato calculado y a sangre fría. “El Ejecutivo debería conceder el mismo grado de clemencia que concedió a su víctima”. La sentencia revolucionó la sala del tribunal y los alguaciles tuvieron que intervenir para restablecer el orden.
El Manada de reina de belleza Se disolvió y entró en diferentes prisiones de máxima seguridad en Nueva Gales del Sur, donde cuatro de sus miembros permanecen hasta el día de hoy y no se arrepienten del asesinato. El único que ya no está vivo es Michael Murphy, quien murió de cáncer de hígado en 2019.
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