“Compartimos una frontera y unos intereses”. Bajo esta premisa, los consejeros de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio de Castilla y León, Juan Carlos Suárez-Quiñones, y el consejero de Medio Rural de Galicia, José González, se reunieron ayer en Valladolid con el objetivo de hacer un “frente ” unidos en materia forestal ante las “sombras” del Gobierno. El plan apunta a “proyectos comunes” ante lo que consideran “abusos” en materia medioambiental por parte del Ejecutivo central, al que critican por “actuaciones unilaterales y sin tener en cuenta a los gestores” de las comunidades autónomas en materias como la protección del lobo.
Las “políticas medioambientales” del Gobierno, afirmó Suárez Quiñones, “están totalmente desvinculadas de las políticas agrarias”, existiendo un ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, que, según dijo, “no existe”. La vicepresidenta Teresa Ribera es quien “impone”, afirmó la consejera, quien abogó por que la conservación del territorio permita “el aprovechamiento” de los recursos y advirtió que para ello se requiere “la vida en el medio rural”. “Son las mujeres y los hombres del campo quienes han preservado el paisaje” y “está mal expulsar a los hombres para preservarlo”.
Unas valoraciones en las que coincidió su homólogo gallego, que reivindicó ambos territorios como “potencias forestales” y entendió que van “contra quienes quieren gestionar” sus recursos. “La gente que corta la madera, que está en los aserraderos, que está en el resto de la industria, luego vive en nuestros pueblos y tenemos que defender con uñas y dientes” para poder actuar de forma “sostenible” sin ” obstáculos o dificultades burocráticas.” ».
“No cantemos victoria”
También a nivel forestal, ambos concejales quisieron aprovechar para llamar a “precaución” en las últimas fases de la campaña de incendios de verano, cuyo periodo de alto riesgo finaliza el 12 de octubre en Castilla y León. Aunque los resultados del verano han sido “buenos” en ambos territorios, entienden que hay que mantener la “prudencia”. “No ha terminado” y el verano sanmiguelense volverá a dejar altas temperaturas combinadas con la sequedad que arrastra el terreno.
En lo que va de año en Castilla y León se han contabilizado cerca de 900 incendios, cuantificó Suárez-Quiñones, señalando que el balance provisional nada tiene que ver con el del “extraordinario” 2022. Este verano ha habido cuatro olas de calor, pero sin una “sequedad histórica” ni los vientos “erráticos” que hicieron imposible su extinción el verano pasado. “Las circunstancias meteorológicas han sido muy diferentes”, afirmó el consejero, quien también apeló a que el refuerzo de los medios de prevención y extinción también ha contribuido a estos resultados que aún están por concretar. “No cantemos victoria”, concluyó.