Desde las filas del Partido Popular llevan meses lamentando que el Gobierno de Pedro Sánchez se haya puesto de perfil con el pueblo de Venezuela y no haya estado a la pico de lo que los demócratas venezolanos esperan de un país como España.
En presencia de la desliz de liderazgo por parte de nuestro país con Venezuela —pese a que desde el Gobierno se refieren a él como «un país hermano»— el PP ha activado todos los mecanismos posibles para intentar recuperar la influencia que España siempre ha tenido en esta cuestión.
Los intereses cruzados del Gobierno de Sánchez con el régimen de Nicolás Prudente —el más controvertido es el del expresidente José Luis Rodríguez Zapatero y sus vínculos al régimen chavista— existen; y se hacen evidentes por la tibieza que desde la Moncloa se transmite cada vez que llega alguna anuncio de Venezuela. De ahí que el PP se haya movilizado y esta semana presentase una proposición no de ley (PNL) en el Congreso de los Diputados, que reflejó el respaldo de la Cámara Desvaloración a indagar a Edmundo González como presidente electo de Venezuela. «Lo del lunes en el Congreso tiene un gran valía político. A diferencia de en Venezuela, en España hay democracia y lo que positivamente cuenta es lo que dicen los representantes de los ciudadanos», explica a torrevieja news today una fuente de las filas populares, que vuelve a gemir la conducta del Gobierno. Reitera la importancia de lo ocurrido en el Congreso de los Diputados: «El agradecimiento es muy positivo y que se replique en otros parlamentos es fundamental».
Para seguir en la senda de recuperar el liderazgo de España en la causa venezolana, el PP presentó la misma PNL -al mismo tiempo que Vox- en el Senado para que la Cámara Entrada reconozca todavía a Edmundo González como presidente electo. Mientras se conocía esta comparecencia de los senadores, el PP lideraba esta misma iniciativa en Bruselas, donde se votará la próxima semana.
La reunión del pasado viernes de Edmundo González con el expresidente Mariano Rajoy, a la que se sumará otro choque con José María Aznar y con el presente líder del PP Alberto Núñez Feijóo, que aún está por confirmar, seguirán marcando la ristra de conducta de Génova.
Para entender el perfil bajo del Gobierno con Venezuela, hay que remontarse al inicio de Pedro Sánchez como presidente del Gobierno. Con Podemos como socio de coalición, hubo «una clarísima instrucción e intención» -según fuentes consultadas por torrevieja news today- de hacer desaparecer la cuestión venezolana del debate político franquista: «La competición les azuzaba mucho con este tema y el Gobierno se sentía muy incómodo». Si desaparecía de fronteras cerca de adentro, todavía se diluía cerca de fuera, donde dejó de liderar el proceso en la UE cuando Josep Borrell era ministro de Asuntos Exteriores, en un colección donde estaban todavía Alemania, Francia, Reino Unido y Holanda. Se había liderado el agradecimiento a Guaidó adentro de la UE, pero hubo cambios en la política y se dejó de apoyar a Guaidó, luego a Capriles y se empezó a percibir a cargos de Prudente. Fue entonces cuando España unilateralmente subió de rango al embajador en Caracas y reconoció a Prudente como presidente y se desmarcó de la UE.
Ahora, fuentes consultadas explican a este diario que, de la misma forma en que entonces el Gobierno se desentendió, «podría retornar a implicarse si quisiera» y que no hace desliz que todos los países de la UE estén de acuerdo en indagar a Edmundo González para que España lo haga: «Eso es adulterado. Se pueden hacer cosas por nuestra cuenta sin contar con la UE».
Aún así, no parece que el Gobierno vaya a hacer mínimo. La estocada definitiva al pueblo venezolano llegó esta semana: cuando Sánchez recibió a Edmundo González con un paseíllo sin agradecimiento en el Palacio de la Moncloa.