El COB, a la altura de las circunstancias ante el Mataró (85-64)



Aunque la pretemporada se perspicacia de Copa, pretemporada se queda. El COB 2024-2025 se presentó frente a sus fieles con el partido copero frente a el Mataró. Oficial, de competición, pero además en verano y a casi dos semanas del inicio liguero, por otra parte de las bajas de Krikke y Samu Rodríguez. El objetivo particular, triunfar, se consiguió. El militar, que era seguir profundizando en su idea y detectar aspectos a mejorar, además. Los de Moncho López se impusieron 85-64 tras un inicio arrollador, que dio paso a momentos más o menos acertados para tomar nota ayer de que inicio lo rollizo.

 Con ganas de atraer y cruzándose las primeras miradas con la que ya es su graderío, los cobistas saltaron a la pista con la villa marcha puesta. Gill tiraba de superioridad física para iniciar, y Brito y Paz le tomaron el licencia para meter tierra de por medio. Los locales no se desviaban de la hoja de ruta y estiraron (17-3, m.5). Al final del primer cuarto, el ritmo bajó. Las piernas pesaron y la persona ya no estaba tan lúcida, lo que aprovechó el cuadro catalán para suavizar relativamente el castigo (27-12, m.10).

Sube y mengua

Fue la avanzadilla de lo que caldo luego. Mientras, el COB siguió sobrado. Si apretaba detrás, su rival necesitaba Altísimo y ayuda para anotar. Un segundo parcial de “no embestida” para marcharse al refrigerio con un 46-24 inapelable, sin tanta gloria, pero efectivo.

No le sentó acertadamente al equipo de Moncho López el descender revoluciones. En la reanudación, el partido se descontroló. En algún momento le hubiera entrado acertadamente la música de Benny Hill. Ahí se movió mejor el Mataró, que se cargó de una confianza de la ayer no había huella. Los balances defensivos se empezaron a atragantar y sobraron pérdidas frente a una defensa que, cierto es, empezó a incordiar más. Tanto, que los catalanes se apuntaron el tercer cuarto y redujeron la renta hasta el 64-43.

El triunfo no corría peligro, pero querían concluir acertadamente el trámite los cobistas. Por eso apretaron en el cuarto parcial, tratando de dejar un buen inicio y una despedida a la consideración. Aun así, los últimos 10 minutos se parecieron más a los 10 anteriores. Pura pretemporada. Los ourensanos terminaron celebraron, progresando desde las victorias, que siempre saben mejor, y haciendo comenzar a Lagares y González, dos chavales que siempre recordarán esta tarde de verano. Cada uno tuvo una opción de triple en sus manos para que la fiesta fuese completa. Un 85-64 tranquilo y sin daños colaterales. Ahora, más trabajo, un ojo en los lesionados y la Copa Galicia. Todo previo a un inicio liguero que se acerca. Las presentaciones entre el COB y el Pazo ya están hechas, ahora descuido conocerse en profundidad.

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